LEYENDA DE LA FUNDACIÓN DE SAN JUAN DE LOS LLANOS.
Enviado por eomar20 • 13 de Abril de 2016 • Trabajo • 657 Palabras (3 Páginas) • 2.426 Visitas
LEYENDA DE LA FUNDACIÓN DE SAN JUAN DE LOS LLANOS
(Hoy Libres Puebla)
Francisco Temamascuicuil y Pedro Solcuatzin, ambos hermanos pertenecientes a una cultura que era muestra de lealtad, fraternidad, respeto por los ancianos y amor a los dioses. Pedro y Francisco fueron evangelizados por los frailes franciscanos en su tierra natal llamada Ixtacamaxtitlán. Su nueva religión, creencia y amor a San Juan el Bautista le hizo pensar a Francisco en la edificación de un nuevo templo, pues en su lugar de origen ya habían construido un monasterio franciscano que erigieron los americanos por amor a un nuevo dios.
Francisco que era un gentil; hombre enorme, fornido y fuerte, pues por rastro que se han encontrado se cree que medía más de dos metros y medio de estatura, estructura impresionante características que tenía el cacique, más bien eran propias de un rey.
Él conocía muy bien su señorío, el ser un cacique implicaba saber con qué contaba, además de ser muy rico y poderoso algo que carecía de importancia para Francisco, pues lo importante para él era sentirse querido por su gente y eso era lo que verdaderamente agradecía a su Dios. A Francisco le gustaba admirar su imperio y lo hacía desde lo más alto, pues como es bien sabido era el lugar exacto donde construían sus templos.
Los valles y llanos que conformaban sus territorios eran extensos y como su agradecimiento hacia el creador era inmenso, después de admirar sus tierras tomó la decisión de fundar un nuevo señorío, pero sabía que tenía que contar con algo que diera la pauta para tal suceso.
Y eligió los llanos, la parte baja, para cumplir su deseo. Se dirigió al convento de san Francisco Ixtacamaxtitlán, robó la esquila del monasterio, se la colocó sobre la cabeza como sombrero y tomó dos campañas, de diferentes tamaños aunque más pequeñas que la que llevaba de sombrero.
Francisco, quien llevaba el nombre de San Francisco de Asís, caminó y caminó subiendo y bajando montes, con la esquila sobre la cabeza y las otras dos una en cada mano. Cuentan que hizo varios días en llegar al lugar elegido por lo que descansó más de una vez en su largo peregrinar y uno de éstos lo realizó en el municipio de Ocotepec, Pue., hay rastro de que dejó su rodilla marcada, se cree que cuando reposó en ese lugar había llovido y estaba lodoso por lo que al secarse se convirtió en roca y así fue como quedó plasmada su rodilla. Hay otra huella que no se sabe donde la encontraron, pero está expuesta en el zócalo de San Francisco Ixtacamaxtitlán; se cree y dicen los viejos que es un glúteo el que está plasmado en esa piedra. Francisco siguió el camino hacia su destino, hasta que por fin llegó a los llanos de San Juan, dejó las campanas y se fue no se sabe a dónde pues no se le volvió a ver jamás.
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