La Abeja Haragana
Enviado por 565085935 • 7 de Diciembre de 2013 • 324 Palabras (2 Páginas) • 430 Visitas
Había una vez en una colmena una abeja que no quería trabajar, es decir, recorría
los árboles uno por uno para tomar el jugo de las flores; pero en vez de conservarlo
para convertirlo en miel, se lo tomaba todo.
Era, pues, una abeja haragana. Todas las mañanas, apenas el sol calentaba el
aire, la abejita se asomaba a la puerta de la colmena, veía que hacía buen tiempo,
se peinaba con las patas, como hacen las moscas, y echaba entonces a volar, muy
contenta del lindo día. Zumbaba muerta de gusto de flor en flor, entraba en la
colmena, volvía a salir, y así se lo pasaba todo el día mientras las otras abejas se
mataban trabajando para llenar la colmena de miel, porque la miel es el alimento de
las abejas recién nacidas.
Como las abejas son muy serias, comenzaron a disgustarse con el proceder de la
hermana haragana. En la puerta de las colmenas hay siempre unas cuantas abejas
que están de guardia para cuidar que no entren bichos en la colmena. Estas abejas
suelen ser muy viejas, con gran experiencia de la vida y tienen el lomo pelado
porque han perdido todos los pelos de rozar contra la puerta de la colmena.
Un día, pues, detuvieron a la abeja haragana cuando iba a entrar, diciéndole:
–Compañera: es necesario que trabajes, porque todas las abejas debemos
trabajar.
La abejita contestó:
–Yo ando todo el día volando, y me canso mucho.
–No es cuestión de que te canses mucho –respondieron–, sino de que trabajes un
poco. Es la primera advertencia que te hacemos.
Y diciendo así la dejaron pasar. Pero la abeja haragana no se corregía. De modo
que a la tarde siguiente las abejas que estaban de guardia le dijeron:
–Hay que trabajar, hermana.
Y ella respondió en seguida:
–¡Uno de estos días lo voy a hacer!
–No es cuestión de que lo hagas uno de estos días, le respondieron– sino
...