"La Amistad" - Don Calosso y Juan Bosco

            CENTRO DE ESPIRITUALIDAD SALESIANA “DON BOSCO”

                                                  “LA AMISTAD”

                                   CURSO DE SALESIANIDAD NIVEL 1

                                    ANA MARIA BURGUEZ DE ROJAS

                          FECHA DE ENTREGA: 30 DE NOVIEMBRE DE 2016

Muchos son los temas que podría haber elegido; sin embargo me decidí por  este porque considero que verdaderamente  Juan Bosco encontró el sentido de la palabra amistad en la persona de don Calosso, muchas fueron las dificultades que tuvo que sobrellevar en su vida siendo niño y adolecente. Una época por la que paso muchas necesidades en especial lo económico, la oposición  de su hermano Antonio al estudio, así como Juan quería y deseaba. Desde pequeño y en medio del  ambiente hostil en el que vivía no fue nada  fácil para el por los hechos que marcaron su vida.

Juanito encuentra alguien que se interesa por su persona, en un momento que se siente sin apoyo de nadie más y no sólo está para ayudarle en ese momento, sino que además le ofrece una seguridad y una visión más estable para su futuro, ya que él le había manifestado en ese encuentro casual que quería ser sacerdote.

Don Calosso fue para él un educador, un sacerdote, un amigo, un padre. Y la presencia de este humilde sacerdote es uno de los momentos más importante en la vida de Juan. Fue don Calosso que con su ejemplo de bondad y amor hacia los desprotegidos define el carácter de don Bosco, que serán parte de su personalidad. Juanito lo admiro y lo convirtió en su ídolo.

Utilizar la palabra amistad engloba innumerables características, y una de ellas fue el valor de la amistad excepcional que se dio entre ambos. Desde el primer momento que leí la historia me impresiono la cercanía, la amistad que los unió, aunque esa relación haya durado tan poco.

Hacia el año 1829, una tarde abril, fue el primer encuentro entre Juanito Bosco y Don Giovanni Calosso. Cuando volvían de la misión predicada en Butigliera, el anciano sacerdote, tendría unos 70 años, era el capellán de Morialdo (1829-1830), pueblo que se encontraba en las tierras de Castelnuovo.                                              La capilla de Morialdo estaba dedicada a San Pedro.

Cuando más tarde se encuentra con don Calosso, éste vendrá a ser para él “un guía estable, un fiel amigo del alma”  del cual recibió todo el apoyo para seguir adelante en sus estudios y que le sirvió después en su vida futura, el inolvidable “gran bienhechor” como le recordará en su primera misa celebrada.

Como informa las Memorias del Oratorio, se encontró con don Calosso cuando este estaba en ese lugar hacia unos meses. Don Calosso queda sorprendido por la inteligencia de Juan. El interés prácticamente fue mutuo, el capellán seria su modelo sacerdotal, un padre, un amigo que le brindo en esta relación que tuvieron, el calor de una casa, compartir la formación, aprender sobre las celebraciones en la capilla y estudiar…que era lo que más anhelaba don Bosco en esa época. Al principio  Juan acudía a clases pero siempre tenía la oposición de su hermano que le hacia la vida insostenible. Como consecuencia de eso, Juan tuvo que irse a vivir a la casa de don Calosso, y trabajar para él.

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