La Aventura De Ser Maestros
Enviado por albagabrielameji • 6 de Octubre de 2012 • 548 Palabras (3 Páginas) • 676 Visitas
“LA AVENTURA DE SER MAESTRO”
José M. Esteve
Esta lectura habla de un maestro que tenía veinticinco años de profesional, y afirma que se aprende a ser profesor por ensayo y error, que la enseñanza es una profesión ambivalente, pues puedes hacer las clases aburridas o divertidas. Solo con el paso del tiempo, corrigiendo errores y apuntalando lo positivo, pudo abandonar las apariencias y se ganó la libertad de ser profesor; y con la libertad llegó la alegría de sentirse útil a los demás, una alta valoración a su trabajo por haber escapado de la rutina, convirtiendo cada clase en una aventura y en un reto.
Pensar y sentir fue unas de las cosas que descubrió que traía grandes satisfacciones, no escribía lo ya pensado, sino que pensaba escribiendo como pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir. Nunca encontró una mejor definición del magisterio: “dedicar la propia vida a pensar y sentir, y a hacer pensar y sentir, ambas cosas juntas”.
El objetivo de ser maestro es crear una atmosfera mágica en clase y ayudarlos a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que les rodea, crear inquietudes rescatando las preguntas iniciales obligándolos a pensar. Nosotros como maestros antes de empezar un tema necesitamos preguntarnos, ¿qué sentido tiene ponernos ante un grupo? ¿qué les voy a aportar? ¿qué espero conseguir? ¿cómo conectar lo que ellos saben, lo que han vivido, lo que les puede preocupar, con los nuevos contenidos que voy a introducir?, al plantearnos estas preguntas, podremos hacer nuestras clases divertidas.
El primer problema de los recién egresados consiste en “elaborar tu propia identidad profesional”; esto implica cambiar la mentalidad, darnos cuenta que ya no somos alumnos y descubrir en qué consiste ser maestro. El profesor novato se encuentra con que tiene claro el modelo de profesor ideal, pero no sabe cómo hacerlo realidad, tiene claro lo que debería hacer en clase, pero no sabe cómo hacerlo.
El segundo problema es que dominemos las técnicas básicas de la comunicación grupal. Se necesita encontrar unas formas adecuadas de expresión, en las que los silencios son tan importantes como las palabras. El problema no consiste en presentar correctamente nuestros contenidos, sino también en saber escuchar y preguntar; para ello debemos dominar los códigos y los canales de comunicación verbales, gestuales y audiovisuales. Si logramos ésto, conseguiremos ser dueños de nuestra forma de estar en clase, comunicar lo que exactamente queremos decir, y mantener una corriente de empatía con nuestros alumnos.
Otro obstáculo es el problema de la disciplina, en la cual debe atender otras tareas distintas a las de enseñar, como definir funciones, delimitar responsabilidades, discutir y negociar los sistemas de trabajo y de evaluación hasta conseguir
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