La Batalla De Los Dioses
Enviado por Kiseki12 • 19 de Noviembre de 2013 • 398 Palabras (2 Páginas) • 280 Visitas
Luego de una larga espera por fin pude ver Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses, película estrenada el 30 de marzo en Japón y el 26 de setiembre en Perú. Después de meses pude visualizar nuevamente a Gokú junto a los demás guerreros Z y, lo mejor, escuchar la inconfundible voz del guerrero Saiyajin a cargo de Mario Castañeda.
Con mi entrada en la mano y luego de esperar más de dos horas en una interminable cola que más parecía el 'Camino de la Serpiente', pude ingresar con canchita y gaseosa en mis manos a paso ligero para conseguir el mejor asiento.
Antes de dar mi apreciación de la película, quiero informarles que este texto puede incluir algunos adelantos del largometraje así que si no quieres terminar con un ‘spoiler’ que resonará en tu mente, es mejor que cierres esta ventana, compres tu entrada y te dirigas feliz al cine.
Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses, que narra la nueva amenaza del planeta Tierra por parte del Dios de la Destrucción, Bills, es sin duda un claro ejemplo de ‘fanservice’: Está cargada de situaciones hilarantes, batallas impactantes, pero argumentativamente una decepción.
Bills, un Dios engreído que decide destruir la Tierra porque Majin Boo no le invita un pudín; Vegeta envía a la basura su orgullo como príncipe Saiyajin para mantener entretenido al temible gato pelado con aires egipcios, entre otras situaciones realmente graciosas que sirven de relleno o, tal vez, para camuflar un mal tratamiento fílmico.
Y al culminar la película me quedé con una extraña sensación que me sucedió también cuando vi el último capítulo de la tercera temporada de The Walking Dead (lo sé, son géneros totalmente diferentes): ¿Ya terminó? ¿Así de fácil se libran de la destrucción del planeta Tierra? ¿Gokú acepta su derrota? ¿Por qué Krilin no muere esta vez? (fue sarcasmo), entre otros cuestionamientos.
Sin duda, esta película ha tenido gran publicidad, se ha vendido realmente muy bien, pero se ha sobrevalorado debido a que Gokú es Gokú. Bueno, a pesar de que la realidad pisoteó mi romántica expectativa, adoro Dragon Ball Z y creo que solo fue un mal manejo de guión. Espero que, si deciden lanzar una nueva película, esta vez tomen en cuenta que no solo se deben enfocar en el aspecto divertido, es recomendable que todo tenga un 'virtuoso punto medio' como solía decir el buen filósofo Aristóteles.
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