“La Batalla de East End”

El primer enfrentamiento entre hinchas del fútbol inglés fue en 1912, durante un Liverpool-Manchester United, pero las primeras formaciones de hooligans se conocieron recién en los 60 (hasta los 80, durante la administración de Margaret Thatcher).

En 1967, los hooligans del Red Army se enfrentaron con el Inter City Firm en Upton Park. La emboscada de los visitantes fue conocida como “La Batalla de East End” y desde ese día los de Man Utd se hicieron conocidos por llevar afuera una enorme cantidad de gente, en muchos casos más de lo que los locales tenían. A pesar de que tanto el norte como el sur de Inglaterra odian a estas barras, los Devils tiene seguidores en distintas partes del país, uno de los más conocidos son los Red Cockneys, quienes viven en Londres.

En la temporada de 1974-75 el equipo descendió de la máxima categoría de la Premier League y en la temporada de la Segunda División causaron tanto caos en su casa como afuera. El 24 de agosto, junto a los Cuckoo Boys y al Bolton Service Youth, las firmas del Bolton Wanderers, apuñalaron, en Bloomfield Road, a un joven seguidor del Blackpool. Dicen que este asesinato es el que dio comienzo al hooliganismo más violento y temido.

misma terminó deteniendo a dos barras visitantes. Pero desde mediados de ese año, las actividades del hooliganismo disminuyeron a causa del tiro de gracia proveniente de Sky. La cadena satelital compró los derechos televisivos y dio otra fenomenal inyección de dinero, así junto a los controles policiales estrictos, las nuevas leyes, la ausencia de padrinos y la falta de dinero para costearse la asistencia periódica a las canchas, no les quedó más remedio a los representantes de las firmas que ver fútbol desde sus casas o en bares. El deporte se convirtió en un espectáculo elitista ya que la clase alta era la única que podía comprar las entradas para los encuentros.

Cuatro años más tarde, cámaras de la policía filmaron cuando Reds, de tendencia 100% antifascista, y hooligans del Man City se enfrentaban con puños, palos, piedras y botellas. Gracias a eso pudieron ver cuando los Young Guvnors pateaban a un “contrincante” que estaba tirado en el piso y luego al estar inconsciente le arrojaban una roca en la cabeza. El barra brava sobrevivió, cuatro personas fueron detenidas, aunque solamente por desórdenes violentos, y sus sentencias fueron de 3 meses a un año de prisión. Un mes atrás ambas firmas se habían juntado para pelear contra los alemanes en competiciones europeas.

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