La Corrupción

La Corrupción

Uno de los mayores problemas en Guatemala, más allá de los hechos delictivos, es la corrupción policial; definimos corrupción como “La acción u omisión de funcionario público en que éste se desvíe de los deberes normales de su cargo con el objeto de obtener gratificaciones de índole privado o político, pecuniarios o de estatus, así como cualquier utilización en beneficio personal o político de información, influencias u oportunidades surgidas en razón de su cargo” Transparency International. Esto es realmente lo que sucede todos los días en nuestro país y en muchos otros países. En todos los rincones de Guatemala suceden abusos policiales típicos, tales como: la falsificación de antecedentes penales y policiacos, falsificación de pruebas policiales, el uso de la brutalidad para el combate contra la delincuencia, abuso de autoridad, la conformación de nexos para el narcotráfico, utilización de evidencias de robo o accidentes para su propio beneficio económico, nexos con pandillas y manejo de extorsiones desde los centros carcelarios entre otros.

La Policía Nacional Civil tiene como función “proteger y garantizar el ejercicio de los derechos y las libertades de las personas, prevenir, investigar y combatir el delito, mantener el orden público y la seguridad interna, ejerce sus funciones durante las veinticuatro horas del día, todos los días del año” y como misión principal “Proteger la vida y los bienes de todos, el ejercicio de sus derechos y obligaciones por medio de la prevención, investigación y el combate del delito para contribuir a crear un ambiente de paz y armonía”, lo cual a ojos de cualquier guatemalteco no se cumplen, o por lo menos el 70% de los funcionarios no, entonces ¿Con quién contamos? ¿Quién nos resguarda y protege? ¿Cómo es posible desconfiar del ente de seguridad en nuestro país? ¿Tenemos que cuidarnos nosotros mismos? o muy bien nosotros como buenos ciudadanos tenemos que dar el primer paso cumpliendo la ley y demandando aquel funcionario corrupto.

Pero ¿solamente la policía es culpable de la corrupción policial? Un impulso de la corrupción policial son los mismos ciudadanos que motivan estos lamentables hechos; Si realmente se quiere hacer algo contra la corrupción hay que comenzar por no tentar a ningún funcionario y mucho menos obligarlo en caer en las redes de ella, que fácilmente pudieran hacerlo para beneficiarse económicamente con el fin de sustentar sus necesidades o las de su familia. Caemos en cuenta entonces, que el problema no solamente radica en la moral y ética de los funcionarios públicos de dicha institución, más allá recae dicha responsabilidad en aquellos ciudadanos que fomentan que estos hechos se den día con día en nuestro país.

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