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La Crisis Del Estado


Enviado por   •  11 de Octubre de 2011  •  2.098 Palabras (9 Páginas)  •  486 Visitas

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La crisis del Estado (I) Arturo González Aragón

Los problemas políticos, económicos y sociales más acuciantes de México son analizados en el siguiente ensayo por el auditor Arturo González de Aragón, quien a raíz de sus hallazgos en las cuentas públicas –boquetes financieros, desvíos multimillonarios, irregularidades administrativas de todo tipo…– fue objeto de acusaciones de legisladores de distintos partidos, así como de presiones del titular del Ejecutivo federal. En esta entrega (primera de dos), quien fuera titular de la Auditoría Superior de la Federación de 2002 a 2009 aborda problemas candentes en el país, como la ausencia real de un estado de derecho y la falta de credibilidad de los partidos políticos, a los que no duda en calificar de “verdaderas mafias, cárteles de la delincuencia organizada”.

La prevalencia del estado de derecho en México deja mucho que desear, pues la ley se vende al mejor postor y las denuncias y delitos no terminan en castigo, haciendo que los culpables estén en las calles y los inocentes en las cárceles por carecer éstos de los recursos suficientes para comprar y torcer la justicia en su beneficio. En México, de 100 denuncias presentadas sólo entre una y dos terminan en sentencia, en tanto que en Japón de cada 100, 98 terminan en castigo.

El documental Presunto culpable es la mejor muestra de la calidad de la justicia que se imparte en el país; la propaganda del filme dice: “En México, ser inocente no basta para ser libre”.

En cuanto a la lucha contra la delincuencia organizada, el número de ejecuciones alcanzó en cuatro años de la presente administración 30 mil 196 –al 16 de diciembre de 2010, según la Procuraduría General de la República– y 34 mil 612 –al 12 de enero de 2011, con información del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP)–. En el año 2011, hasta el 30 de julio, se han reportado 7 mil 912 ejecuciones, con una tendencia creciente en el país. Por su parte, las extorsiones telefónicas pasaron de mil 168 en 2000 a 7 mil 223 en 2010, lo que representa un crecimiento de 618%, es decir más de seis veces según el Secretariado Ejecutivo del SNSP.

Por lo que se refiere al Índice de Percepción de la Corrupción, en su reporte de 2010 Transparencia Internacional ubica a México en el lugar 98 entre 178 países, su peor sitio de la década; descendió 26 posiciones en relación con 2008 al bajar su calificación en una escala de 0 a 10, de 3.6 a 3.1 (13.89%) donde 10 refleja la máxima transparencia.

La década 2000-2010 muestra un país con crecimiento económico claramente insuficiente que se refleja en el bajo nivel del empleo; el aumento del desempleo y los niveles de pobreza; crecientes índices de inseguridad, delincuencia y criminalidad; deficiente impartición de justicia; falta de aplicación de la ley y del estado de derecho; aumento preocupante de las estructuras de gobierno y de la burocracia y uso inapropiado de los ingresos extraordinarios excedentes que se recibieron fundamentalmente por los precios del petróleo.

En esta circunstancia, los líderes políticos de todos los partidos y corrientes ideológicas son los principales responsables de la gran crisis del país, pues han carecido de una visión de Estado que sacrifique las perspectivas particulares de sus propios intereses, mostrando una gran mezquindad y un enorme egoísmo hacia el interés supremo de la nación.

En la actualidad, el estado de derecho es una quimera, pues pareciera que en el país no existen leyes, las instituciones constantemente son cuestionadas porque no se les tiene confianza, los delincuentes no reciben castigo y los inocentes se encuentran presos. Los que se atreven a denunciar son amenazados o asesinados, y los criminales son protegidos por policías, ministerios públicos y jueces. Los ciudadanos y las familias se encuentran indefensos porque el gobierno federal no puede asegurarles la paz social.

Es una vergüenza nacional reconocer el daño a la salud de niños y jóvenes por la comida chatarra que se vende en las escuelas. Es un despropósito establecer políticas públicas para evitar el problema y claudicar ante la presión de poderosos empresarios, privilegiando los intereses particulares que dañan la salud de la niñez y la juventud mexicanas. México ocupa el primer lugar en obesidad en el mundo.

Es una vergüenza nacional favorecer los intereses de las grandes corporaciones en materia de telecomunicaciones con concesiones a precio de ganga, sacrificando el interés y el patrimonio que nos pertenece a todos los ciudadanos. Una vez más se privilegian los intereses económicos y políticos de los poderosos.

El Estado debe recuperar su papel de rector de la vida política, económica y social del país para asegurar una sana convivencia de la sociedad. El Estado debe encabezar las causas y asegurar los beneficios de las responsabilidades sociales.

A partir de la administración 1976-1982 (de López Portillo) que registró una tasa media anual de crecimiento de 6.55%, el crecimiento sexenal ha sido de 0.34% en el periodo 1982-1988 (De la Madrid), de 3.9% en 1988-1994 (Salinas de Gortari), de 3.4% durante 1994-2000 (Zedillo), de 2.5% en el periodo 2000-2006 (Fox) y se estima una tasa de 2.1% en el lapso 2006-2012 considerando un crecimiento económico de 4.0% para 2011 y 2012.

Así el crecimiento económico del país alcanzará sólo 2.4% como media sexenal en el periodo 1983-2012, es decir, en 30 años el crecimiento económico de México es notoriamente insuficiente para financiar el desarrollo nacional. Hasta 2001 éramos la novena economía del mundo. En 2009 estábamos en el lugar número 14 por el tamaño de nuestra economía, según el Fondo Monetario Internacional.

Porfirio Díaz, durante la primera década del siglo XX y hasta su salida del país por el estallido de la Revolución, reportó una tasa anual promedio de crecimiento económico de 3.3%, en tanto que la tasa correspondiente al periodo 2001-2012 podría ser de 2.3%, es decir 1.0% menor a la última década de la dictadura porfirista, a pesar del auge actual de los precios del petróleo, la inversión extranjera, las remesas de los migrantes, las reservas monetarias internacionales y el control de la inflación.

Este negro escenario que nos toca vivir es culpa de todos, pero más responsabilidad recae en los partidos políticos que se han convertido en verdaderas mafias, cárteles de la delincuencia organizada, que sólo actúan buscando el beneficio que representa el presupuesto público como suculento botín que se reparten de manera discrecional y cínica, sin rendir

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