La Educacion
Enviado por maylizz • 4 de Septiembre de 2011 • 2.227 Palabras (9 Páginas) • 650 Visitas
EL COMPROMISO SOCIAL DEL DOCENTE.
Fernando Savater (1996) : Que Ser Humano es tambièn un deber al igual que nos menciona sobre la cultura es lo que el hombre hara todo lo posible por parecerse.
Por lo tanto el sujeto inscribirà sus nuevos aprendizajes (Brunner) se va explicar ocmo los conocimientos compartidos por parte de alumnos y profesor.
En cambio para Hannah Arendt (1933) la mision de mediar entre el niño y el mundo, de manera tal que permita que el primero se integre en el segundo minimizando el rechazo.
La educacion debe de ser en esencia una liberacion (Freire).
MOYA llama situaciòn formadora a un espacio de pràctica educativa mediadora entre sujetos y dispositivo pedagògico que contiene la trama de relaciones que instituyen, tanto la relaciòn entre actores (interacciòn pedagògica) como la interacciòn entre saberes (relaciòn significante).
Tambièn en esta lectura aborda que los profesores no sabemos reflexionar acerca de las pràcticas pedagògicas que se llevan a cabo, motivando unicamente a obtener resultados aprobados, cumlpir nuestra funciòn( pasar contenidos) o mantener ocupados a los alumnos para que no causen molestias (disciplina).
Falta reflexiòn y crìtica en la pràctica educativa.
Por lo tanto cabe decir que el compromiso de los profesores dependen en gran medida del compromiso de la sociedad con la eduaciòn y ambos se apoyan mutuamente para lograr una mejor enseñanza.
PAPEL Y VISION SOCIAL DEL MAGISTERIO EN LA HISTORIA DE MEXICO.
De la Independencia a la reforma liberal: 1821-1876.
El primer intento esfuerzo educativo se debió a la Compañía Lancasteriana, que recibió
apoyo de los primeros gobiernos independientes, y estableció escuelas en la capital, con el sistema de “monitores”, donde los alumnos más capaces y avanzados enseñaban a los más pequeños, bajo la supervisión de un inspector o maestro guía.
Por otra parte, en este tiempo, la profesión de maestro se ejercía en muchos casos de forma independiente, y los ayuntamientos y padres de familia contrataban profesores particulares para impartir materias básicas como lectura, gramática, escritura y aritmética, además era obligatoria la enseñanza de la doctrina cristiana y se instruía ocasionalmente
en algún oficio.
De este modo, podemos decir que la educación que se impartía era rudimentaria y muy elemental, la labor educativa se encontraba desestructurada y dispersa; y la profesión de maestro era de libre ejercicio y no institucionalizada, puesto que en el gobierno no existía una cartera de educación. Y esto continuaría así a lo largo de la primera mitad de la centuria.
El porfiriato: 1876-191.
Durante la larga presidencia de Porfirio Díaz, bajo el impulso y guía de Justo Sierra, titular de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes (creada en 1905), la educación tomo especial relevancia como elemento esencial del desarrollo de la nación, y se hicieron esfuerzos por aumentar el número de escuelas
Ya para 1880 el gobierno decretó que la enseñanza primaria fuera laica y obligatoria y en 1891 una ley retomaba lo anterior y ordenaba que las escuelas públicas fueran gratuitas.
Un aspecto muy importante era el enfoque pedagógico que se promovía en esta época era la escuela objetiva, bajo la corriente filosófica del positivismo (de origen francés), introducida a México por el educador Gabino Barreda. El objetivo de la escuela sería inculcar una visión científica del mundo, libre de elementos subjetivos, y que el niño fuera capaz de explicarse los fenómenos naturales de forma racional, sin atribuirlos a causas “sobrenaturales”.
En las primeras dos décadas de la época revolucionaria, después de la caída del régimen
porfirista, la educación paso a segundo plano y no se pudo hacer mucho por la profesionalización de los maestro.
La Revolución Mexicana: 1910-194
En el aspecto pedagógico se abogaba por una educación más humanista, con contenido social y en donde el niño tuviera una participación más activa en su formación, buscando dejar de lado el enciclopedismo, la memorización y el aprendizaje mecánico. La educación debía estimular sus fuerzas interiores, su creatividad y su iniciativa. Sin embargo, a pesar de la ruptura con el paradigma ideológico del positivismo, que se consideraba que tenía, hasta cierto punto, un concepto deshumanizado y autómata del conocimiento y el proceso educativo, se intentó mantener un enfoque racionalista; por lo que se hicieron los primeros intentos de introducir una educación de esta naturaleza.
En el marco de ésta, el maestro fue concebido como líder comunitario y un agente de cambio social, que defendería los derechos de las clases oprimidas, el campesinado el proletariado, a los que organizaría para que lucharan por su emancipación y contra la explotación. Por tanto, se convertiría en un activo impulsor de la reforma agraria.
La época contemporánea: 1940 hasta 199.
A partir del gobierno de Manuel Ávila Camacho en 1940, que se considera el inicio del
“giro conservador” de la revolución, las reformas sociales cardenistas pierden impulso y se piensa más en la unidad nacional y la reconciliación que en la lucha de clases. En materia educativa, se deroga la educación socialista y se pasa a lo que se denominaría “la escuela del amor”, que enfatizó la unidad, la familia, los valores y la moral, volviendo a considerar al magisterio como una especie de deber religioso y al maestro como un apóstol o sacerdote.
Pero lo más importante fue la institucionalización del magisterio, proceso en el cual el profesor se convirtió en un empleado del Estado, en cuyo proceso fue decisiva la fundación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en 1943, que aglutinó a las organizaciones sindicales existentes, de izquierda y derecha, no sin conflictos, dificultades y arduas negociaciones entre ellas y con el gobierno.
La educación y el maestro en el umbral del siglo XXI: de 1993 a nuestros días.
El Acuerdo Nacional para la Modernización de le Educación Básica de 1992 (ANMEB), suscrito por el gobierno federal, los estados y el SNTE, consideraba a la educación, de carácter nacional e inclusiva, como pieza clave para fortalecer la soberanía nacional, consolidar la presencia del país en el mundo y lograr una sociedad sustentada en la democracia, la justicia y la libertad. Por lo tanto, se planteaba otra vez la muy mencionada y anhelada meta de la mejorar la calidad de la educación. Era necesario
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