La Esteoporosis
Enviado por jmatacats • 29 de Septiembre de 2012 • 1.472 Palabras (6 Páginas) • 526 Visitas
OSTEOPOROSIS Y MENOPAUSIA
Grupo de Trabajo de Osteoporosis de la AEEM
1.- INTRODUCCIÓN
La osteoporosis define un estado de deterioro en la fortaleza ósea que predispone a
un riesgo incrementado de fractura. Está relacionada con la edad, pero afecta
preferentemente a las mujeres por dos razones, la mayor fragilidad en la constitución
del esqueleto femenino, con huesos más delgados, y la menopausia, un estado en el
que se produce una disminución drástica en los niveles circulantes de estrógenos. Los
estrógenos son hormonas esteroideas ováricas que ejercen un potente efecto
regulador de los procesos metabólicos de los huesos.
Se distinguen por lo tanto dos formas principales de la osteoporosis, la involutiva y la
postmenopáusica. La primera afecta a hombres y mujeres, pero principalmente a las
segundas por la constitución más débil de su esqueleto. La segunda, por razones
obvias, sólo afecta a las mujeres.
La osteoporosis presenta un alto impacto para la salud. En un contexto en el que la
expectativa de vida crece progresivamente, las enfermedades ligadas a la edad
incrementan su relevancia. Se calcula que hay 200 millones de personas con
osteoporosis en el mundo (1). En la Unión Europea y en Estados Unidos presenta
osteoporosis un 30% de todas las mujeres postmenopáusicas y más de un 40%
sufrirán fracturas por fragilidad en algún momento de su vida (2). En cuanto a
fracturas osteoporóticas, en la Unión Europea se estimó que alcanzaron 3.79 millones
en el año 2000 (3). En España un estudio multicéntrico detectó una incidencia de
osteoporosis densitométrica semejante a la europea y norteamericana (4).
Las fracturas osteoporóticas pueden presentarse a nivel de cualquier territorio óseo,
aunque las más frecuentes son las vertebrales y de muñeca, que presentan cifras
significativas a partir de los 60 años de edad, y las de cadera, cuya incidencia es
especialmente detectable a edades superiores a los 75 años. Junto a las secuelas
dejadas por las fracturas en cuanto a morbilidad, dolor y deterioro de la calidad de
vida, las fracturas incrementan también la mortalidad. Un estudio clásico encontró que
a lo largo de los 3.8 años de su duración, las mujeres con fracturas vertebrales
presentaban 8.6 veces más riesgo de morir que las mujeres sin fractura. Si la fractura
era de cadera, el riesgo se incrementaba en 6.7 veces (5).
2. -Diagnóstico de la osteoporosis
Los organismos internacionales, y particularmente la Organización Mundial de la Salud
(OMS), han publicado escalas en las que se define el riesgo absoluto de fractura de
una persona concreta en función de los factores de riesgo que presente (6). Entre los
factores de riesgo más potentes están la edad, ya comentado, el sufrimiento de una
fractura osteoporótica previa, los antecedentes de fractura osteoporótica en familiares
de primer grado, o la baja densidad mineral ósea (DMO).
Este último criterio requiere un comentario. Es evidente que un hueso menos denso
presenta un mayor riesgo a fracturarse ante un traumatismo determinado. La DMO, y
esto fue un gran avance en la atención a la osteoporosis, ha podido cuantificarse
gracias a la disponibilidad de aparatos que alcanzan al esqueleto central, como puede
ser la columna vertebral lumbar o la cadera. Los actuales utilizan como fuente de
energía los rayos X y realizan con éxito tanto las medidas de la densidad ósea en un
momento determinado como en intervalos temporales sucesivos, de suerte que ello
permite hacer estudios de seguimiento. Su importancia ha sido tal, que la OMS ha
definido la osteoporosis femenina en función del resultado de la exploración
densitométrica: una reducción de más de 2.5 desviaciones estándar sobre la DMO
máxima en cadera, alcanzada a los 30 años, se define como osteoporosis
densitométrica. Adicionalmente, la OMS establece la categoría intermedia de
osteopenia, en la que se encuadran mujeres cuya DMO está incluida entre los límites
de -1 y -2.5 desviaciones estándar, ambos incluidos. Es evidente que, puesto que la
DMO se reduce fisiológicamente con la edad, a edades avanzadas crece muy
significativamente la población con osteopenia u osteoporosis.
Hay metodología diagnóstica adicional, que utiliza metabolitos resultantes de la
actuación de las células óseas principales. Constituyen los denominados marcadores
de metabolismo óseo, cuya relevancia crece a medida que se obtienen sistemas de
medida más fiables y se conoce mejor la fisiopatología de la enfermedad. Junto a
ellos, la vitamina D ha emergido, gracias a la posibilidad de su cuantificación sencilla
en el laboratorio, como otro elemento de interés.
3.-Osteoporosis postmenopáusica
Es la de mayor prevalencia, y sus mecanismo fisiopatológico se inicia a partir de los
primeros indicios de las dificultades hormonales de los ovarios, antes incluso de la
propia menopausia. Los estrógenos mantienen el equilibrio entre las células que
renuevan el hueso, los osteoclastos, y las que rellenan los huecos dejados por el
hueso eliminado en el proceso de renovación, los denominados osteoblastos.
Cuando disminuyen los estrógenos, los osteoclastos se activan y se produce un
fenómeno de resorción acelerada, es
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