La Evaluación Y La Práctica Docente

La evaluación y nuestra práctica docente

La evaluación es la medida que utilizamos para verificar los avances en los conocimientos, habilidades y destrezas sobre los temas teóricos vistos en el aula, esta se realiza, a través del trabajo en clase, la participación de los alumnos así como los productos realizados por ellos. La evaluación, nos permite conocer los avances o progresos y los procedimientos utilizados por nuestros alumnos y a ellos, les permite identificar su propio avance y tomar conciencia de sus aciertos y errores como punto de partida para mejorar su desarrollo académico y personal.

La evaluación debe realizarse de manera continua registrando las observaciones diarias, lo cual, permitirá conocer los avances personales de cada alumno así como las dificultades que se van presentando para poder apoyarles y dar sugerencias de mejora o estrategias para lograr el desarrollo de competencias y su aplicación a la vida diaria.

Los criterios para la evaluación, sin duda, se basan en los planes y programas de estudio. Es importante considerar los contenidos que se pretenden desarrollar dentro de la planeación, así como el progreso personal, social y familiar del alumno ya que cualquier alteración negativa en alguno de estos, genera dificultades en su desarrollo académico.

Los instrumentos de evaluación varían de acuerdo a los contenidos y actividades que se contemplan en la planeación del semestre, estos pueden incluir, portafolio de evidencias, rúbrica, lista de cotejo, autoevaluación y coevaluación.

La evaluación se debe aplicar al inicio del curso (diagnóstica), a fin de detectar los conocimientos previos de los alumnos así como su disposición e intereses con respecto a la asignatura. La evaluación continua, es realizada a lo largo del proceso educativo y brindará información sobre la necesidad o no, de realizar ajustes en la programación de actividades con respecto al grupo o al alumno en particular, lo cual facilita además los mecanismos para que el alumno realice una autoevaluación sobre su propio proceso de aprendizaje.

Una evaluación final que determine hasta qué punto se ha conseguido las intenciones educativas así mismo una valoración de los resultados propuestos para saber si se alcanzo el grado de desarrollo deseado, obvio, esto arroja información a los docentes para realizar una autoevaluación del desempeño.

Esta evaluación también ofrece información valiosa a la institución ya que permitirá realizar los ajustes necesarios para potencializar el desarrollo de las competencias docentes y de los alumnos, con el fin de mejorar el desempeño educativo.

Los alumnos forman parte trascendental dentro del proceso de evaluación y autoevaluación ya que es importante que esta, se realice de manera balanceada, cuando los estudiantes se convierten en miembros activos del proceso de aprendizaje adquieren una mejor perspectiva

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