La Familia Venezolana
Enviado por yanetledez • 18 de Febrero de 2013 • 2.309 Palabras (10 Páginas) • 349 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA
“INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA
JOSE ANTONIO ANZOATEGUI
EXTENSION PUERTO LA CRUZ
PROFESORA: BACHILLER:
ROSA ARMINDA MUÑOZ ALFONZO, ELSY C.I. V-16.850.185
BASTARDO DIOJUANI C.I. V- 16.718.767
ROMERO DIONICIA C.I.V- 26.071.815
FEBRERO, 2013
INTRODUCCIÓN
La familia es el núcleo de la sociedad. Es una afirmación que acompaña a las numerosas comunidades del mundo. Cada familia es distinta y más aún cuando de regiones se trata. Estudiar el comportamiento de éstas y la forma como surgen las relaciones en su interior, requieren de una actividad de observación y recolección de datos extensa. No obstante, se han hecho estudios previos de los cuales se pueden analizar los datos y determinar las características de ciertas familias.
Como toda organización, en la familia también existen funciones, que en la mayoría de las veces están condicionadas por derechos y deberes que hacen llevaderas las situaciones que se presentan. En razón de esto, no está de más que las instituciones gubernamentales fijen tales preceptos en leyes que los amparan.
Lo que propone el siguiente informe es la explicación de esos detalles que generan el término de familia. Más importante aún, la manera como ésta se conforma en la sociedad venezolana, con sus defectos y virtudes, teniendo en cuenta las disposiciones legales.
LA FAMILIA
Es una comunidad integrada por un grupo de personas, unidas por el vínculo de la sangra y van a constituir la base de la sociedad, y obviamente, sin sociedad no existe nación. Es por eso que se señala a la familia como la célula fundamental de la sociedad.
La familia tiene que equilibrarse a sí misma. De esa manera enseña el equilibrio a los hijos. Ese equilibrio de la familia va a contribuir al equilibrio social. La familia es el lugar insustituible para formar al hombre-mujer completo, para configurar y desarrollar la individualidad y originalidad del ser humano.
La modernidad ha traído grandes beneficios a la sociedad venezolana, la cual disfruta de los avances tecnológicos, políticos y económicos, pero también padece sus consecuencias. La tendencia en las últimas décadas ha sido hacia la disolución de la extensa familia tradicional.
Al hacerse la vida más cara el grupo familiar se redujo, dejando como un recuerdo las grandes familias de siete o más hermanos. Hoy existen más hijos únicos o niños con un solo hermano, muchos padres están divorciados y el inicio de la maternidad es más tardío. La tendencia es a reducir el número de la descendencia y vivir más años.
La estructura de la familia venezolana ha variado considerablemente durante el siglo XX y lo que ha transcurrido del siglo XXI debido al aumento de años en la esperanza de vida del venezolano y el mayor acceso a la educación.
La composición actual de la familia venezolana es derivada de una variación demográfica que ha permitido una mejor calidad de vida, índices de mortalidad más bajos y control de la fecundidad. Esto se puede observar en los resultados del Censo General de Población y Vivienda 2001, al hacer una comparación con datos previos.
En el período 1950-1970 el promedio de hijos por mujer era de 6,8. Para la época el índice de analfabetismo era alto, especialmente en las mujeres, las cuales se dedicaban a las labores del hogar. No se hablaba de divorcio.
Durante los años 1970-1980 baja el índice de fecundidad. En esta etapa aumenta la esperanza de vida a 68 años y los avances tecnológicos disminuyen drásticamente la mortalidad infantil un 26%. El promedio de hijos es de 4,3. Los ingresos de la actividad petrolera benefician a la sociedad, la cual cambia su estilo de vida, se satura la fuerza de trabajo, la educación aumenta, lo cual altera la estructura de la familia. Ahora la madre toma decisiones en el hogar, tiene un nivel educativo más alto que la generación que le precedió, trabaja y tiene control de su vida. Aumentan los divorcios, lo que influye en las relaciones entre padres e hijos y en el número de la descendencia.
Entre 1980 y 2000 la esperanza de vida sube a 73,3 años, el nivel de fecundidad se reduce a 2,6 hijos por mujer y se evidencia un deterioro severo de la calidad de vida de la población. Los excesos de los ochenta pasan factura y comienza la austeridad. Esto afecta nuevamente la estructura familiar; en primer lugar por la crisis de la vivienda, que muchas veces obliga a las nuevas parejas a compartir el techo con sus padres.
El desempleo es otro factor que influye en la disminución de la tasa de fecundidad. La importancia de mantener un trabajo y de desarrollarse profesionalmente, así como el deseo de prestar más atención a los hijos, hace que muchas mujeres prefieran postergar el momento de su primera gestación. Así en esta etapa la maternidad no sólo disminuye sino que comienza a una edad más avanzada.
Se estima que para 2020 la esperanza de vida suba a 76,3 años y disminuya la tasa de fecundidad a 2,1 hijos por mujer. A pesar de la poca planificación familiar, cada vez son más las mujeres que procuran controlar la reproducción después de la primera gestación. La pareja ha pasado de ser una forma estable de convivencia a ser remplazada por uniones sucesivas que dejan a la mujer con hijos de diferentes padres.
En contraste con las generaciones previas, en la actualidad muchos abuelos se encuentran aún en actividad profesional. Además de ello, existen numerosos programas de atención social a este grupo etario, que elevan la condición humana.
Todas estas ventajas hacen que actualmente los abuelos puedan compartir con sus nietos unos años más y que la relación sea más compleja que la que tuvo otras generaciones. Los abuelitos de hoy navegan en Internet y disfrutan los videojuegos.
La familia que predomina entre los sectores más pobres de la sociedad venezolana es la centrada en la madre, ya que en más del 25%
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