La Humanidad desde la perspectiva de la película Blade Runner

La Humanidad desde la perspectiva de la película Blade Runner

A comienzos del siglo XXI, la Corporación Tyrell adelantó la evolución robótica a la fase Nexus 6 – creando un ser virtualmente idéntico al humano– al que llamó Replicante. Luego de una rebelión en una colonia espacial, los replicantes fueron declarados ilegales y cazados por un grupo policial llamados Blade Runners, que tenían la orden de eliminarlos sin apelación alguna.

Blade Runner transcurre en un mundo donde existen humanos y replicantes, muchos de los cuales desconocen su propio origen e ignoran si son humanos o replicantes, en tanto han logrado un alto grado de perfección y esto nos hace pensar ¿qué nos hace humanos? Es un tiempo en que lo orgánico ha perdido todo su sentido y las personas deambulan sin propósito por calles ruidosas y superpobladas donde la lluvia constante refleja perfectamente el estado de ánimo que el film quiere transmitir

Como reflexión la película nos muestra que atribuir dignidad al otro es reconocerlo como igual, admitir que es tan valioso y respetable como nosotros, que es, al fin, uno de los nuestros y que su bien debe ser buscado y protegido tanto como el nuestro, independiente de lo que fue su origen y que este ya no resulta importante para otorgarle esa cualidad.

Es lo que Rick Deckard, el cazador de replicantes, le sucede con Rachel, de la que sabe que es una replicante después de conocerla, pero en el proceso de conocimiento y trato con ella se da cuenta que, aun cuando su origen es mecánico, puede ser objeto de dignidad y puede ser considerada como un humano. Es, además, este reconocimiento del otro inevitable, puede pasar un tiempo en que se produzca, pero que a la larga ha de ocurrir sin remedio.

Nos vemos también frente al camino de considerar que esa dignidad humana, es sólo circunstancialmente humana, es decir, que, aunque haya sido calificada como humana por ser la propia de los seres humanos, puede dejar de ser patrimonio exclusivo de ellos. Esto puede considerarse también, desde el minuto en que lo que consideramos valioso (la humanidad) sea poseído también por otros seres o, si se quiere, a partir del momento en que en que tomamos conciencia de que eso es así.

Lo que valoramos en los seres humanos no es el mero hecho de su pertenencia a un género común, sino el hecho de que poseen ciertas cualidades. Como la inmensa mayoría de los miembros del género humano poseen tales cualidades, concedemos nobleza al género al que pertenecen, sobre todo si creemos que ningún otro género la posee. Pero los replicantes constituyen vivas muestras de que eso no es así, esto es, de que ellos no nacieron humanos en el sentido biológico estricto, pero, aun así, poseen las cualidades que los hacen dignos miembros del género humano. Por tanto, poseen la misma dignidad y merecen el mismo reconocimiento.

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