La Importancia De La Educadora Para Tratar La Diversidad Cultural

EL PAPEL DE LA EDUCADORA EN EL TRATAMIENTO DE LA DIVERSIDAD CULTURAL DE LOS NIÑOS EN EL AULA Y EL JARDIN DE NIÑOS.

La diversidad existe en todos los aspectos o donde quiera que veas existe diversidad de lenguas, de razas, cultural y muchas más. La diversidad cultural es muy rica ya que contamos con distintos grupos étnicos, con distintas lenguas. En cuanto al desarrollo del niño existen diversas teorías cada una de ellas aportando aspectos importantes.

Dentro del jardín de niños en un grupo puede haber diversidad cultural ya que no todos los niños provienen del mismo contexto haciendo un grupo rico en aprendizajes y sabiéndolo aprovechar la educadora podrá implementar actividades de integración hacia los demás contextos, es decir que los niños conozcan las variedades de tradiciones y costumbres de cada familia de la que provenga el niño.

La educadora debe de estar consiente que en un grupo la diversidad siempre estará presente, por lo consiguiente los niños serán distintos ya que su contexto les brindara pautas de comportamiento distintas, del mismo modo ella tiene que estar siempre atenta por los problemas que puedan surgir entre los pequeños ya que tienen diferentes conductas que adquiere en su contexto y que su familia influye mucho en su aprendizaje.

Conocer a un grupo es tan indispensable, ya que de aquí dependen las actividades que la maestra realizara y de la misma forma la diversidad influirá en estas ya que la educadora tiene que adecuarlas a los conocimientos que los niños han adquirido dentro de su contexto familiar. El estudio autónomo que cada educadora realice, la decisión de poner en práctica con sus alumnos las sugerencias que contiene y la oportunidad que se den para intercambiar las experiencias que resulten al trabajar, contribuirán, sin duda, al aprendizaje profesional y al fortalecimiento de sus competencias didácticas en el ámbito del trabajo.

Somos los protagonistas de una nueva forma de ser nación, que inicia en nosotros mismos y cuya base es y debe ser el respeto sin opresión, segregación u olvido. En nosotros está asumir que la diversidad es una riqueza, que la diferencia no solamente es algo necesario, sino algo virtuoso, que al vernos tan distintos siendo mexicanos nos debemos comprensión y respeto entre las diversas culturas. Estos son los ingredientes necesarios para construir, por fin, una sociedad verdaderamente democrática.

Es necesario que desde las escuelas se pueda empezar a superar los prejuicios que caracterizan a la sociedad actual. Hablar de la escuela es referirnos justo al importante papel del maestro para promover y trasmitir en los educandos, los contenidos étnicos que se requieren para construir una sociedad que vea en la diversidad una riqueza que engrandece.

Es muy importante que la educadora reflexione a partir de su experiencia acerca de la diversidad a fin de reconocerla como fuente de riqueza potencial, propiciadora de actitudes de autoconocimiento, de interés por el otro y valoración del diálogo, que fortalezcan su sensibilidad para percibir que cada persona es diferente y que, por lo tanto, tiene características, necesidades y actitudes que deben considerarse en la intervención educativa para propiciar en las y los alumnos el desarrollo de sus capacidades y favorecer en los maestros, directivos y grupos técnicos su desempeño profesional, también que conozcan y analicen los elementos básicos de la educación intercultural con el fin de que se propicie en el salón de clases, en la escuela y en la zona escolar el fortalecimiento de la identidad, la inclusión, el respeto y la democracia; es decir la atención a la diversidad y que promuevan en el ámbito escolar y comunitario actitudes y prácticas relacionadas con el interés por el otro, la oferta equitativa en el acceso a oportunidades, el respeto y la valoración de las diversidades y el diálogo.

Hay que considerar que ser un niño con costumbres, tradiciones y lenguas diferentes no representa una desventaja para los niños, sino un reto para las educadoras y las escuelas que los atenderán. Afrontar, desde esta perspectiva, las diferencias culturales de los alumnos, es un factor importante porque aún existen posturas socioeducativas que pretenden explicar, por ejemplo, el fracaso escolar de grupos culturalmente diferentes o minoritarios de la sociedad en términos ya sea en el aspecto genético y cultural. La diversidad cultural está presente en todo momento en las aulas escolares, por lo cual es necesario hacer cambios en la práctica escolar; la escuela y los docentes deben de estar conscientes que todos los niños son diferentes unos de otros, provienen de diferentes contextos, tipos de familias, cultura, etc. Por lo cual tienen diferentes ideas y creencias. El conocimiento cultural, puede ser la base para tener una defensa contra la discriminación y poder formar una identidad social.

Aunque el manejo y la aceptación de la diversidad no es una tarea fácil ya que muchas veces se ve como un obstáculo en el aprendizaje escolar, también puede ser muy enriquecedor si emplea adecuadamente, pues en lugar de ser un obstáculo puede engrandecer y completar los aprendizajes, pero dependerá en gran medida de las posturas que tomen los docentes, puesto que es a quien se le plantea el reto de atenderlos equitativamente.

Muchas de las educadoras esperan que todos los niños lleguen a la escuela con un conjunto de experiencias que según ellos ayudaran al aprendizaje; sin embargo también hay quienes afrontan el reto y los aprendizajes van relacionados para todos los alumnos. Las experiencias que se les presenten en el preescolar, visto como la base de la educación y de la adquisición de conocimientos formarán parte importante de su desarrollo en los demás niveles escolares que curse. Es muy importante tomar en cuenta todo el esfuerzo que hacen sobre todo los niños indígenas para poder tener una educación, pues generalmente las escuelas se encuentran lejos de los lugares donde viven, obligándolos a caminar grandes distancias.

Las educadoras deberán aplicarse para reflexionar sobre su práctica docente, sus aciertos y errores, sus cambios, el sentido y el significado que le otorga a las nuevas propuestas dentro de su propio contexto de trabajo.

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