La Importancia De La Honra

LA IMPORTANCIA DE LA HONRA

Toda relación esta basada en la honra y la confianza. Si hemos de crecer en nuestra relación con Dios y con nuestro prójimo, debemos establecer las columnas de la honra y la confianza. Dios mismo nos declara que para crecer en nuestra relación con El, debemos Honrarle y Confiar en El con todo nuestro corazón Prov. 3:5 y 9 .

La palabra honra quiere decir dar valor, dar peso a la vida de alguien en nuestra vida. Cuando uno honra a alguien, esta declarando que esa persona es importante para la vida de uno. Alguien que no honra, siempre va a buscar cuidarla, amarla, valorizarla, porque la considera de mucha importancia para su vida. I Ped. 3: 7 En cambio, si una persona a la que no vamos a honrar o la vamos a deshonrar la tratamos como alguien de poca importancia o peso en nuestra vida, nos damos la libertad de ofenderla, gritarle, herirla, ignorarla, menospreciarla porque simplemente no la consideramos importante para nosotros.

Dios desde el principio le ha dado mucha importancia y valor al hombre al cual El creó. Lo creó a su imagen y a su semejanza, lo coronó de gloria y de hermosura Sal 8. Dios siempre da valor al hombre, lo hace sentir importante, y la expresión máxima de ésto fue al enviar a su propio Hijo a morir y pagar el precio por el rescate de su alma. En cambio el diablo siempre busca denigrar, desvalorizar, humillar, deshonrar al hombre, para que las personas se sientan como poca cosa, sin importancia, sin valor, sin quien los aprecie como personas.

Nosotros hemos crecido en una cultura de deshonra, donde las personas desde el vientre en adelante les ponen muy poco valor a las personas. Ef. 6: 2-3. Los padres muchas veces no honran a sus hijos, dándoles el valor que tienen, sino se les hace fácil actuar de una manera descuidada y usar palabras ofensivas en el trato con sus hijos. Los hijos aprendieron de sus padres a deshonrarse y a deshonrar a los demás; cuando el hombre se siente de poco valor, se va a descuidar de si mismo, le va a ser fácil perderse y pervertirse, va a tratar a los demás como poco valiosos también, y el ciclo de la deshonra se perpetúa a través de las generaciones.

Nosotros mismos hemos crecido en medio de la deshonra, sintiéndonos poco valiosos, recibiendo mensajes de deshonra de nuestros padres “no sirves para nada, eres un estorbo, un idiota, un desgraciado”, “por tu culpa las cosas siempre salen mal”, “nunca te compones”, “el fútbol, el periódico, la novela, la vecina, todos son mas importantes que tu”, “ojalá hubiera parido una bola de alambre para que me sirviera para algo, pero tu solo me das problemas”, etc. Estos mensajes a veces se dijeron verbalmente y a veces con silencios y abandono emocional. Cualquiera que haya sido nuestra experiencia, hubo mucha deshonra en nuestra crianza y formación.

Pero no terminó con el

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