La Lengua
Enviado por ange2012 • 22 de Abril de 2013 • 221 Palabras (1 Páginas) • 337 Visitas
Ningún Hombre puede domar la lengua, para eso necesitamos de la ayuda de Dios. El rey David oro a Dios que pusiera un centinela o un guardia en la puerta de su boca (vea Salmos 141:3). También oro que las palabras de su boca y la meditación de su corazón pudieran ser aceptables a los ojos de Dios (vea Salmos 19:14). David sabía que Él no podía controlar sin la ayuda de Dios, y nosotros tampoco podemos.
Deberíamos evitar todas las palabras ásperas, duras e injustas (vea Isaías 58:9). Jesús dice que debemos tomar su yugo sobre nosotros y aprender de Él, que es amable, manso y humilde, no áspero, duro, cortante ni apremiante (vea Mateo 11:29, 30). Una lengua amable (con su poder sanador) es un árbol de vida, pero la lengua insidiosa deprime el espíritu (vea Proverbios 15:4). Hasta el tono de nuestra voz es importante, porque revela la condición de nuestro corazón.
Podemos decir palabras que sanen o palabras que hieran; podemos edificar y construir o desalentar y derribar. Las palabras son estuches de poder y acarrean poder sea positivo o negativo. ¡La decisión es nuestra! Las palabras son semillas que sembramos y con seguridad darán una cosecha en nuestra vida. Quienes consienten su lengua, deben comer el fruto de sus palabras, sea para vida o para muerte (Proverbios 18:21).
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