La Luna Lo Sabe Todo

La Luna lo sabe todo.

La intriga cada vez se hace más fuerte. Con conocerla mejor, la curiosidad de saber y de saber es lo que ilusiona o motiva aún más. Pero quien me puede ayudar a dar respuestas a mis interrogantes? Por más que busque tal vez no encuentre a nadie que me hable con claridad y precisión; que me diga la verdad, que me diga lo que necesito conocer. En una noche obscura y callada, mire el firmamento, vacío, parecía mi alma, pues no había nada que brillara en ella. De pronto aparece con toda su esbeltez, su brillo majestuoso, su omnipotencia, La luna, toda llena. Y con un susurro tenebroso, dije: Ella lo debe de saber todo.

La miré fijamente, la llamé como un loco despavorido, pero no respondía a mi llamado. Noches tras noches intente contactarla, pero sin éxito alguno, fallaba en mi lucha. La intriga aumentaba más, soñaba con ella, soñaba y parecía que la conociese de toda la vida, en mis sueños me miraba con esos ojos tan llenos de vida, de esperanza, de ilusión, de pasión, de fantasías, de sueños, de metas, de objetivos, de no sé que mas; me sonreía con la risa más angelical, más vivaz, mas tenante, mas tranquilizante, y yo paralizado mis mejías como tomates frescos de un campo de cultivo se sonrojaban.

Despertaba con esa extraña sensación y la explicación no la encontraba. Todas las noches sentado en el pórtico, cabizbajo, pensativo, trataba de encontrar la respuesta y fue cuando la luna, al mirarme en ese estado, conmovida ante tal situación, me dijo: Quieres saber la verdad?- le respondí- Si señora. Primero debes de decirme porque crees que yo tengo eso que tanto buscas. Te daré tiempo para que pienses y reflexiones, tan pronto tengas la respuesta, búscame que ahí estaré a la misma hora y en el mismo lugar.

La siguiente noche, la busqué y le dije: - Ya estoy listo. La luna al mirarme tan decidido me dijo: -Háblame que soy toda oído. Lo sabes todo porque tú la vez a diario, y ella te mira con los ojos más tiernos, lo sabes todo porque sin querer ha sido testigos de sus alegrías y tristezas, de sus triunfos y fracasos, de sus risas y de sus enojos, de sus crimines y de sus buenas obras, de sus horas incansables de lectura. Lo sabes todo porque silenciosamente te cuentas sus secretos, sabiendo que tú nunca le fallarás. Lo sabes todo porque las has visto llorar por alguna decepción, lo sabes todo porque las has visto quedarse dormida hasta tarde, lo sabes todo porque con tu luz la cubres todas las noches, lo sabes todo porque desde lejos la cuidas para que no le pase nada, lo sabes todo porque cuidadosamente velas sus sueño, para que ni el coco mismo se la lleve, lo sabes todo porque siempre estás ahí, lo sabes porque eres la única que nos conoce de pies a cabeza a todos.

Cesar López Sequeira

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