La Mente Del Investigador Judicial Y Criminalistico

La Mente del Investigador Judicial y Criminalístico

Para entender de manera adecuada lo que significa el proceso de investigación criminal, lo primero es conocer la metodología mayoritariamente aceptada y para ello se requiere atisbar (observar con cuidado) por un momento lo que ocurre en la mente de un investigador, criminalista, policía o detective cuando está frente a un presunto hecho delictuoso.

La experiencia le permite a un buen investigador identificar elementos comunes en diferentes situaciones que le pueden orientar rápidamente para encontrar la punta del hilo que le permitirá desenredar la madeja, no obstante, resulta necesario que el aprendizaje por experiencia sea sopesado con la realidad, teniendo en cuenta que también puede llevar a crear falsos juicios de valor en algunas ocasiones por experiencias negativas o etiquetamiento.

OBSERVACION

Es un proceso cognitivo, y es el primer paso que se da para resolver delitos.

La observación no se limita a “ojear” el lugar, es ante todo una acción sistemática, es decir, sigue una serie de procesos con los cuales la observación aportará algo de utilidad, por eso, cuando la realiza alguien con un “ojo” entrenado, las posibilidades de hallar indicios, que para el común de la gente pasarían desapercibidos, aumentan.

Como la observación es un proceso, debe considerarse como un hecho activo y nunca como una acción pasiva. El investigador “observando la escena” está realizando un trabajo de gran complejidad. Este proceso se puede subdividir en una seria de etapas, a saber: metodología, conocimiento, interpretación y descripción.

Metodología: Se hace referencia a la manera como el investigador aborda los elementos contenidos en la escena de los hechos, el sitio del hallazgo del cuerpo de la víctima.

Basta aclarar que esta metodología puede diferir de un país a otro, en parte porque está adaptada a la legislación vigente (que difiere en cada nación), y porque cada grupo de investigadores desarrollan algunas variantes que han probado ser eficaces.

Uso del PHVA en investigación criminal.

El desarrollo de un programa metodológico o un dibujo de ejecución como es denominado en algunos países, no es otra cosa que aplicar el ciclo PLANEAR, Hacer, Verificar y Ajustar (PHVA) de la administración de la investigación criminal, de esta manera lograr un plan de trabajo concertado entre el fiscal como director legal de la investigación y el investigador como líder encargado del proceso de búsqueda de evidencia y de interactuar con los peritos y coordinar las actividades de los criminalísticos y forenses.

Una buena metodología para construir cualquier plan de investigación de descomponer la descripción típica de la conducta delictiva para empezar a identificar las necesidades de la investigación como en el ejemplo que veremos a continuación:

• Homicidio: el que matare a otro.

• Sujeto Activo: “el que” es indeterminado, qué procedimientos podemos adelantar para identificarlo, toma de muestras, entrevistas, documentos, entre otros.

• Conducta: “matare” se puede establecer inicialmente mediante el protocolo de necropsia, en el cual será posible identificar las lesiones sufridas que causaron el deceso, el tipo de arma o medio utilizado, que permitan descartar que no se trata de un suicidio o que el agresor procedió cuando el cuerpo ya había perdido la vida en otras circunstancias.

• Sujeto Pasivo: “a otro”. Es muy difícil adelantar una investigación por homicidio sin un cuerpo como evidencia, hasta tanto no se halle el cuerpo, puede tener el manejo de una desaparición, inclusive forzada.

Conocimiento: Que es lo que se debe observar? Que en la práctica hace referencia a cuales indicios se deben buscar en la escena de los hechos, el sitio de hallazgo o el cuerpo de la víctima. Saber qué buscar no es una cualidad innata ni un sexto sentido con el que nacen algunos privilegiados, hace referencia a la preparación académica y el conocimiento sobre la materia que ha de tener el investigador (esto significa que un buen investigador criminal no nace, sino que se hace mediante una preparación y un entrenamiento adecuado.

Para saber que se debe buscar no basta únicamente con observar, hay que poseer un conocimiento preciso del objeto de estudio, en este caso, los indicios físicos, piedra angular de la investigación. Si el investigador no sabe que es posible detectar envenenamiento con plaguicidas en cadáveres en avanzado estado de descomposición, podría omitir el estudio toxicológico que podría probar el envenenamiento premeditado. Si el investigador desconoce que las muestras biológicas deben embalarse por separado terminará contaminándolas y el perito en genética no tendrá material de calidad para trabajar. Si el investigador desconoce que un mapa de ubicación que refleje la posición exacta donde se encontraron las vainillas y los proyectiles es la base para que los peritos en balísticas reconstruyan la trayectoria y el origen de los disparos, será imposible llevar a cabo dicha reconstrucción. Como se puede ver, un investigador que no domine el conocimiento básico de las principales ciencias forenses, de la manera de recolectar y embalar las muestras, no podrá realizar un trabajo eficaz.

Pero hay un elemento adicional: La Experiencia. Como todo oficio, arte y técnica, el investigador criminalista mejora su desempeño con la práctica, de modo que es vital para el investigador novato leer la manera en que se han resuelto casos similares y sobre todo, aprender de sus compañeros de mayor experiencia.

Interpretación: La observación unida al conocimiento, permitirá una interpretación adecuada de los elementos que se encuentren en la escena de los hechos. En sentido general se trata de responder a la pregunta ¿por qué el elemento está allí? Parecería algo muy sencillo como para formar parte de la metodología investigativa, pero es esencial: si se halla un proyectil en el piso se podría interpretar como “debe existir un arma con la cual se realizó el disparo”. Demasiado obvio para ser verdad. Pero en el siguiente caso se encuentra una acumulación de piel debajo de las uñas de la víctima ¿Qué podrá ser? En primer lugar, si el investigador no observa bien porque desconoce el qué buscar, jamás hallará ese indicio debajo de las uñas de la víctima, y si tampoco sabe sobre el principio de intercambio no entenderá que la víctima pudo arañar a su agresor como medio de defensa y aquella acumulación serán por consiguiente células epiteliales,

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