La Moral Y El Aborto
Enviado por jewel_elfish • 6 de Febrero de 2013 • 783 Palabras (4 Páginas) • 1.000 Visitas
La moral y el Aborto
Al hablar de moralidad, hablamos del bien y del mal, de valores, de responsabilidad y problemas que nos afectan a todos, como los sociales, uno de ellos es el aborto. Reconocemos entonces que el hecho moral parte de lo más íntimo, entonces el aborto es un acto moral, pues, requiere de responsabilidad, voluntad, compromiso, conciencia, libertad e inteligencia, además de un profundo sentido ético, pues se reconoce que la vida de hoy no es digna para que otro ser humano venga a vivir estas condiciones injustas.
Ya dijimos que es un acto moral desde el punto de vista que es un acto íntimo, pero sería inmoral al violar las reglas religiosas y jurídicas, tiene ambos sentidos. La moral condena y reprime violentamente el aborto como un acto personal y libre. Subjetivamente la moral que considera sentimientos y emociones del agente moral que sería la mujer, estaría en una posición en pro del aborto pero no completamente, porque no consideraría problemas sociales, pues es algo exterior al agente moral, la moral subjetiva, analiza el acto como tal, que obviamente esta mala los ojos de este tipo de moral.
Ahora, diferenciando entre acto moral, que se demostró que es el aborto como tal, seria un hecho de la naturaleza cuando el aborto es espontáneo, pero esto no entraría en debate, pues son cosas que suceden y no se pueden cambiar, un aborto es un hecho de la naturaleza, un aborto inducido es un acto moral. Además el aborto es un acto del hombre porque surge de la inteligencia y voluntad de la mujer.
Una cosa de mucho peso en la responsabilidad que implica realizar un aborto es la responsabilidad paterna y materna que se jugara el rol de padres y madres. Pues la paternidad y la maternidad no son simples hechos biológicos, sino actos consientes y libres emanados del acuerdo común de la pareja. La responsabilidad de la concepción involucra al hombre y a ala mujer, lo cual no quiere decir que como la mujer es la que se embaraza, sea única responsabilidad de ella, es de los dos. No obstante, y por razones obvias, las consecuencias de las faltas de precaución y de la ignorancia, han caído injustamente en la mujer, pues ella, al satisfacer su sexualidad, corre el riesgo de quedar encinta. Por ello frente a la tradicional falta de responsabilidad por parte del padre ante la concepción, a la mujer se le ha privado por entero de la libertad de decisión aun en los casos de embarazos deseados. Cuando la mujer desea responsablemente llegar a ser madre, el moralismo tradicional confunde la libertad con el libertinaje y la sociedad sanciona con el duro repudio a la madre soltera. Mientras a los embarazos rechazados, por respetables que sean sus motivos les considera asesinatos, no es posible.
Es por ello que para analizar éticamente el problema del aborto inducido, además de los principios éticos aplicados al campo de la salud, el legislador también debe tomar en cuenta los principios
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