La Mujer Frente La Adversidad (Antigona Perez)

Antígona es la representación de todas las personas que desean liberarse de los abusos de la tiranía y la dictadura. Es como ella misma lo expresa: su nombre representa la libertad y la vida misma. De acuerdo con esto, es más que un hecho que ella no se echara para atrás en sus decisiones y seguirá sus ideales hasta la muerte. En estos tiempos, es extraño y hasta insólito de que una mujer, especialmente tan joven, desafíe las máximas autoridades de un país regido por un poder intimidante. He aquí la razón por la cual la prensa, y hasta el mismo Creón, se sienten perplejos y desean manchar su nombre y su imagen. Según Antígona, vivir con miedo y resignación, no es vivir. Es estar muerto en vida, comer cuando se tiene hambre y ya, como los animales que dependen de sus instintos.

La mujer de hoy en día se puede valer por sí misma, trabajando y estudiando para sus propios fines. Aun así, en la obra se puede apreciar como el mundo se ha convertido en una sociedad machista, subestimando la fuerza de la mujer y considerarla el sexo “débil “o inferior”. Sin embargo, tampoco se toman en cuenta de detalles importantes, por ejemplo: en nuestra isla existe una población sumamente alta de mujeres solteras que sostienen a una familia, por ausencia de un padre. El grupo trabajador que consiste todo Puerto Rico, la mayoría son mujeres con carreras profesionales. Muchos de los graduados de las universidades consisten de un porciento mayor de mujeres que de hombres. Sin mencionar los crímenes de violencia domestica, en la cual los hombres son muchas veces los causantes de las tragedias familiares. Antígona representa la fuerza inmensa de la mujer hispana, muchas veces subestimada, que causan el cambio y mantienen los hogares.

Antígona bien puede ser un símbolo de resistencia y del derecho de la mujer a expresarse y a superarse. Se hace esta comparación directamente cuando Antígona conversa con su madre Aurora, en la que esta le dice: “si fueras un hombre te apoyaría. Pero eres simplemente una mujer. Asentir y callar, hija mía.” Estas son palabras de una mujer sumisa y resignada que ha aceptado las leyes injustas y las obedece, con tal de no recibir critica alguna y mantenerse ante los ojos de todos como una mujer “moral”. Su hija, como ha de esperarse, no acepta esa condición de vida y no se echa para atrás. Para ella, la muerte seria una alternativa mejor, ya que es mejor morir que vivir encerrada y sin libertad. Al tener las dos una perspectiva de la vida diferente, no coinciden y discuten, pero aun así se quieren y se respetan.

Grandes figuras del feminismo nos han enseñado la capacidad que poseemos la mujeres para salir adelante. No se requiere de fuerza bruta para obtener poder. No se necesita ser violento para conseguir lo que uno quiere. No hace falta ser hombre para ser respetado y admirado entre la sociedad. Solo hace falta ser un ser

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