La Noche Inolvidable

Cerca de aquí hay una niña llamada Claudia que tiene ocho años de edad y ella lo que mas desea con todas sus fuerzas es ser mayor de edad y poder salir a divertirse con sus amigos como lo hacen sus hermanaos principalmente su hermana mayor Melissa. Sus papas siempre comentaban con ella que no tenia porque sufrir por eso ya llegaría ese día, sin embargo Claudia intentaba comprender pero no estaba de acuerdo con eso. Así que ella siempre se decía ¡Nadie me comprende, ni siquiera mis padres!

Una noche Claudia no quería dormir, no tenía nada de sueño y se pasó toda la noche llamando a sus amigas, sin embargo nadie le contestaba. Pasaron dos horas y su hermana Melissa le dijo-¡Claudia, haz el favor de dormir que mañana no te podrás levantar! ¡Mira que si no te callas vendrá la mujer de los bolsillos! - ¿La mujer de los bolsillos? ¿Quién es esa mujer?, preguntó Claudia sorprendida. - La mujer de los bolsillos ha existido desde que yo era pequeña.

Dicen que se pasea por las calles y cuando oye a un niño llorar, gritar o protestar, se sube a las ventanas de las casas y se lo lleva dentro de uno de sus bolsillos. - ¿Y dónde vive la mujer de los bolsillos? - Creo que fue Jaime el policía el primero en ver su escondite. Una casa en ruinas justo en medio del bosque de la Luna Pálida. Allí vive con diez gatos pelones, tres perros pulgosos, cinco gallinas desplumadas, una rana y una lagartija.

Melissa dijo - Yo no la he visto nunca, pero dicen que es una mujer muy sucia, tiene el cabello colorado, largo y enredado, los ojos pequeños, la nariz larga, la cara llena de granos y le faltan la mitad de los dientes. - ¿Y porqué odia tanto a los niños?, No lo se, siempre me lo he preguntado, solo ya duérmete Claudia – Claudia intrigada por aquel suceso que le conto la noche anterior su hermana decidió comentárselo a sus amigas, así que decidieron que la día siguiente se armarían de valor e irían a averiguar lo que ocultaba esa casa.

Y así fue al día siguiente Claudia y sus amigas caminaron y caminaron por el bosque hasta que por fin, entre los árboles encontraron la casa. Pero la casa ni estaba en ruinas ni era tenebrosa. En la puerta había una mujer con un gatito en brazos, pero ni era fea y no parecía antipática. Hasta tenía cara de buena persona. Claudia y sus amigas se acercaron a la mujer despacio y asustadas, pero enseguida se dieron cuenta de que aquella mujer no era peligrosa.

- Bienvenidos a mi casa, dijo la mujer con una gran sonrisa. -"No le falta ningún diente", pensó Claudia. - ¿E...e... eres la mujer de los bolsillos?- Preguntó Daniela, una de las amigas, balbuceando y la mujer dijo que sí con la cabeza. - Pero si tienes una casa muy bonita, y no pareces una bruja, aseguró Raquel - ¿Por qué todo el mundo te tiene miedo? - ¿te pones a los niños en los bolsillos?

La mujer empezó a reírse sin parar, y les enseñó lo que llevaba dentro de

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