La Paz

La paz es un motivo abstracto de la vida con múltiples consecuencias al alma; si nombramos paz estamos hablando de un concepto de libertad a la armonía del cuerpo la cual violentamos en el mundo cotidiano de la sociedad, aunque el concepto de paz haya sido con un fin libertino en el aspecto de la cotidianidades del hombre, esto vendría siendo para él, un concepto nada mas, por las implícitas necesidades que son originadas en el transcurrir de la vida, hallando una contradicción a la guerra sin motivo; el concepto que se tiene en la sociedad es que se conoce como paz a una situación en que una fuerza gobierna ejerciendo poder de forma unilateral, sin estar sometida a control alguno y sin respetar los derechos de aquellos a quienes gobierna. El propósito de la expresión es diferenciar a dicha situación de la que se considera como auténtica paz, ya que aunque carezca de violencia o conflictos armados no constituiría una situación ideal o que se desee que perdure.

La sociedad se enseño a llevar un concepto de paz como una forma contraria a la guerra y la intranquilidad del cuerpo y la mente, esto lleva que nos volvamos enajenados en pensamientos erróneos, aunque la política tiene el concepto de paz como un derecho que no se puede violentar; como se puede decir que tan preciada palabra haga parte de una política, ya que son motivos en el alma de un ser necesitado de tranquilidad; la simple ausencia de guerra, aun siendo tan deseada, sea sinónimo de una paz verdadera. No hay verdadera paz sino viene acompañada de equidad, verdad, justicia, y solidaridad; lamentablemente en esta sociedad en la que vivimos a diario está construida por violencia y se ha convertido en parte de la cotidianidad que la paz sea una muestra de descanso aunque la guerra no termine, y tal vez no volver a construir ficticios sueños y esperanzas de nuestra vida cuando sabemos muy bien que en esta vida la soberanía es abstracta y aunque hay algo tan necesario como el pan de cada día, también es la paz de cada día, la paz sin la cual el mismo pan es amargo; hasta que quienes ocupan puestos de responsabilidad no acepten cuestionarse con valentía su modo de administrar el poder y de procurar el bienestar de sus pueblos, será difícil imaginar que se pueda progresar verdaderamente hacia la paz, por eso la situación está en estas bajas consideraciones de contexto y reflexiones que la sociedad nos puede dejar sobre la paz.

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