La Responsabilidad Social De La Propiedad

A lo largo de la historia, el término de propiedad ha sido sometido a varios cambios. Este concepto ha adquirido más que una simple definición común, ha heredado una connotación filosófica, social para finalmente resultar en un principio de derecho.

La función social de la propiedad ha adquirido una dimensión no solamente social, sino económica y de derecho en cuanto a sus principios de igualdad y garantías sociales, especialmente a favor de la clase mas pobre de la sociedad. Esa función se implementa bajo la administración del Estado, lo cual tiene la responsabilidad de aplicar esos principios con el fin de permitir a todos los ciudadanos acceder y participar a la vida económica del país. Pero uno tiene el derecho de preguntarse si la función social de la propiedad esta bien utilizada y cumple con su responsabilidad frente su población.

Originariamente, la propiedad se establecía en el solo hecho que un grupo se asentaba y ocupaba un territorio para proceder con una simple toma de posesión. El suelo se atribuía por familias, clanes, tribus, y luego con la evolución, por comunidades, sociedades y estados. Originariamente, la propiedad tenía así las facultades de atender las necesidades vitales de la familia. Luego, el concepto de propiedad fue incluido en un proceso de relación exclusiva entre el dominio y determinadas familias poderosas o privilegiadas, proceso que se concluyo con la Revolución francesa de 1789. En esta época, y a consecuencia del reconocimiento de los derechos universales del hombre, se configuro el derecho de propiedad como un derecho sacro, pleno e indiscutible que introduce su principio de inviolabilidad. Entonces, la propiedad adquirió su significación jurídica declarando la propiedad privada como un derecho fundamental. Durante lo tiempos modernos, empreñados por la revolución industrial capitalista de un lado y la progresión de los sistemas socialistas y comunistas de otro lado, se le agrega al concepto de propiedad una función de utilidad económica y social, el deber de servir a la comunidad, bajo la administración del Estado, concepto totalmente opuesto al de propiedad privada, cual esencia era solamente brindar una seguridad individual a su dueño.

El principio de propiedad que se desarrollaba únicamente sobre las desigualdades sociales, adquiere una nueva función, integrando tanto el aspecto personal como social, así justificando un doble propósito: la propiedad individual como principio fundamental de protección del hombre y la propiedad colectiva como principio de utilidad para el interés común. Así el Estado desempeña un nuevo rol social, garantizando el derecho al dominio, por medio de un complejo sistema de leyes y regulaciones con la finalidad de alcanzar un disfrute óptimo y armónico de los derechos de todos los individuos.

La intervención del Estado se mide como un medio para asegurar un equilibrio en la repartición de las riquezas nacionales. Se habla de Estado Providencial por su rol de árbitro y benefactor que trata de garantizar a la clase más desposeída un trato equito en cuanto a la repartición de los recursos económicos y la nivelación

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