La Rosa Verde
Enviado por jorgeal00 • 26 de Noviembre de 2014 • 442 Palabras (2 Páginas) • 206 Visitas
Había una vez, un perro que era muy rico. No le faltaba nada. Tenía una gran cucha para dormir especialmente diseñada por los mejores arquitectos de la zona...
Siempre vestía con chalecos y corbatas, comía los mejores manjares, hasta tenía una heladera y una cocina donde guardaba los mejores huesos traídos por sus dueños de Europa.
Era muy soberbio, y le molestaba que los niños se le acercaran a su cucha. Siempre caminaba erguido por los alrededores con el hocico parado y sacando pecho, mirando de reojo a los demás perros.
Enfrente vivía un perrito en una cucha muy humilde, y todas las mañanas, con su gran regadera de plástico, regaba una rosa verde que crecía junto a su puerta.
Tanke, así se llamaba el perrito, era muy bueno con los niños y todos lo querían mucho en el barrio. Era alegre, juguetón y siempre estaba contento.
Al perro millonario de enfrente, que se hacía llamar Mister Perro, no le gustaba que todos los niños siempre estuvieran jugando con Tanke.
Mister Perro entonces decidió que quería una rosa igual a la de Tanke. Llamó a sus amigotes y les ofreció mucho dinero a quien lograra traerle una rosa igual que la de Tanke.
Los amigotes de Mister Perro buscaron y buscaron durante varios días, pero nada encontraron.
Entonces Mister Perro mandó a fabricar una rosa verde de plástico muy linda, pero los niños seguían sin acercarse a su cucha, y furioso Mister Perro terminó comiéndose su rosa de plástico.
Así fue que decidió ponerse un antifaz y por la noche, con una tijera cortó la rosa de Tanke y la plantó cerca de su caseta.
Por la mañana, Tanke al no ver su rosa verde se puso triste, y se cruzó a preguntarle a Mister Perro si había visto quien se llevó su rosa. Grande fue su sorpresa al ver que Mister Perro estaba regando una rosa verde parecida a la de él.
Tanke volvió triste a su cucha. Pero a los pocos días la rosa se marchitó y otra rosa verde creció junto a su cucha. Nuevamente los niños jugaban alrededor de la cucha de Tanke.
Mister Perro miraba y no comprendía que fue lo que había fallado. Se puso a llorar y al verlo, Tanke se le acercó y le dijo:
— La rosa verde crecerá junto a tu cucha sólo si eres un perro bueno, juguetón y alegre.
— Ahora entiendo, —dijo Mister Perro—, de ahora en adelante seré un perro bueno. No me llamaré más Mister Perro. Usaré mi verdadero nombre que es Moky. Y seré bueno, siempre bueno.
Y a los pocos días sé lo vio a Moky regando una hermosa rosa verde.
...