La Sociologia De La Literatura
Enviado por freddyx • 10 de Octubre de 2012 • 21.005 Palabras (85 Páginas) • 520 Visitas
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La Sociología de la Literatura:
Estudio de las letras desde la perspectiva de la Cultura
Mercedes Ortega González-Rubio
merr19@yahoo.com
Magister en Literatura Hispanoamericana
Seminario Andrés Bello - Instituto Caro y Cuervo
Bogotá - Colombia
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http://www.monografias.com/trabajos23/capacidades-multiples/capacidades-multiples.shtml modelo de un articulo
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=69418365006
Los estudios que se agrupan bajo el nombre de Sociología de la Literatura (sin apartarse de su actual tendencia, la socio-crítica francesa), parten del presupuesto de que la vida del hombre es fundamental para la comprensión y explicación de la obra literaria. En general, los métodos sociológicos inscriben a todas las artes, incluyendo a la literatura, en el ámbito de la cultura. En el capítulo final de su libro Una Introducción a la Teoría Literaria, Terry Eagleton concluye que todas las esferas del pensar y actuar humanos, incluyendo la literatura, la teoría y la crítica literarias, están determinadas por “la forma en que organizamos nuestra vida social en común” y por “las relaciones de poder que ello presupone”1. Esta enunciación no es más que otra definición de cultura. La vida del hombre se encuentra inmersa en la cultura, en ocasiones reproduciéndola, otras veces modificándola.
El concepto de cultura se refiere a las estructuras mentales comunes que se generan al interior de un grupo de individuos que se encuentra en una situación análoga, realizando una actividad conjunta. Estas estructuras están conformadas por conocimientos, tanto comunes como científicos, y por valoraciones del mundo, éticas y estéticas, que se encuentran categorizados de forma particular en cada grupo. Para la Sociología de la Literatura, el autor de una obra literaria es un miembro más del grupo al que pertenece, y su escritura lo convierte en su vocero; a la vez, el escritor posee una lucidez, consciente o no, que lo hace plasmar en la obra literaria, de manera crítica, su axiología.
La Sociología de la Literatura aclara de manera enfática que las obras literarias no son una fotocopia de la vida, una reproducción exacta de los rasgos de una sociedad dada. La relación entre la vida del hombre y la literatura no es de contenido sino de correspondencias y semejanzas de estructuras mentales. No existe una analogía entre las artes y la sociedad -entidad concreta- sino una homología entre la cultura -constructo mental- y ellas.
Se tiene entonces que la cultura a la que se hace referencia aquí no es la sociedad empírica, sino las elaboraciones mentales que los grupos humanos han hecho de la realidad, sus conceptos del mundo. Los tres autores básicos de la Sociología de la Literatura, Georg Lukács (1885-1971), Lucien Goldmann (1913-1970) y Mijail Bajtín (1895-1975), están de acuerdo en que en la literatura se produce una evaluación crítica y sistemática sobre las concepciones del mundo de la cultura. Esta es la esencia de la literatura. Los estudios con un enfoque sociológico buscan ubicar en las obras su axiología, su ética particular, en relación con una cultura dada.
El sociólogo de la literatura busca develar las conexiones entre la vida cambiante y las obras literarias. Primero Lukács, luego Goldmann, inspirado por los escritos de aquél, y después Bajtín, han teorizado acerca de la relación literatura-cultura. Los tres han encontrado que al variar las relaciones hombre-destino-mundo, las tomas de posición del hombre también se modifican. Lukács sostiene que “la poesía representa las conexiones últimas entre el hombre, el destino y el mundo, y sin duda ha nacido de la correspondiente profunda toma de posición, aunque a menudo no se sabe nada de su origen”2.
A su vez, al haber distintas visiones del mundo, las correspondientes formas literarias también deben cambiar. Por ejemplo, la novela es la manera como la modernidad ha plasmado su concepción de la vida; la tragedia y la epopeya, en su momento, fueron las formas en que otras sociedades mostraron su valoración del mundo. Las formas de la literatura son variantes porque la axiología de los seres humanos también lo es, depende de su inscripción en una cultura y una época dadas.
Sin embargo, estas variantes que presentan las formas de la literatura, son reducidas y cíclicas. Lukács y Goldmann las consideran ahistóricas, atemporales: siempre que se den los mismos factores dentro de una sociedad, se repetirán estas formas. El hombre posee sólo algunas posibilidades de ser. En su Introducción a los Primeros Escritos de Georg Lukács, Goldmann explica que el autor húngaro trata de “describir un cierto número de esencias atemporales, de «formas» que corresponden a la expresión literaria de ciertas actitudes humanas coherentes“3.
Una de estas formas es la visión trágica del mundo. Una clase social que no tenga el poder o que lo haya perdido, desarrollará este tipo de visión, plasmándolo en forma de tragedias. La visión trágica es una posición frente al mundo en la cual el hombre se niega categóricamente a vivir en la sociedad que le ha tocado, puesto que ésta no lo comprende. Los valores del héroe trágico han dejado de ser válidos para el sistema de vida en que se encuentra; entonces niega toda posibilidad de conciliación entre él y la cultura en la que vive. Al final, el mundo sigue su curso y el héroe trágico no encuentra cabida en él. Acontecimientos históricos llevaron a que esta situación se presentara en la Grecia Antigua, en el siglo XVII francés y en el Renacimiento en Inglaterra, por lo que se escribieron obras como las de Esquilo, Sófocles, Racine y Shakespeare.
Estas formas que presenta la literatura no son un mero reflejo de la sociedad, sino una crítica ante el mundo: esa es la esencia de todo arte, lo que lo hace ser especial. Lukács afirma que “con relación a la vida, el arte es siempre un «a pesar de todo»; la creación de formas confirma de la manera más profunda la existencia de esa disonancia”4. Es por la particularidad de la visión de mundo en la literatura que, para Goldmann, este concepto resulta un instrumento ideal, objetivo y controlable, que hace parte del análisis científico de la obra literaria. El autor define la concepción del mundo como “conjunto de aspiraciones, de sentimientos y de ideas que reúne a los miembros de un grupo (o lo que es más frecuente, de una clase social) y los opone a los demás grupos”5, lo que hoy no es otra cosa que la cultura y el concepto de identidad a partir de ella.
Goldmann plantea un método, el estructuralismo genético. En él, la visión
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