La Verdad De La Navidad-
Enviado por andresmao56 • 13 de Septiembre de 2014 • 1.482 Palabras (6 Páginas) • 173 Visitas
1- Papá Noel y el Arbolito
Con los primeros días de diciembre se va creando en nuestras sociedades modernas un creciente clima festivo: tendencia al consumismo, otorgamiento de regalos recíprocos, coloridos adornos callejeros y comerciales, música tintineante, presencia de Papás Noel con agudas campanitas, artificiales “arbolitos de navidad”, febril preparación del banquete de la Nochebuena, eventuales proyectos vacacionales, ruidosos cohetes, fuegos de artificio.
2- El Pesebre
Para no pocos todo ello implica una suerte de “paganización”, esto es, de pérdida de la esencia cristiana de la Navidad que, en esta perspectiva crítica, debería estar centrada en el recuerdo del nacimiento de Cristo. De allí que en muchas iglesias y en casas de sentimientos cristianos más arraigados, la reunión de feligreses y familiares se constituye en torno al Pesebre en el que se rinde culto a las imágenes del Niño Jesús y a las de sus padres José y María, acompañados por el burrito, el buey y los pastores que van bajando con sus ovejas de los cerros cercanos guiados por una estrella o un ángel, con lo que se da por eludido el paganismo de los festejos coloridos y ruidosos. Pero se olvida un detalle, que hace del presuntamente devoto Pesebre un objeto tan pagano como Papá Noel y el Arbolito.
3- El Primer Mandamiento
En efecto, el primero de los Diez Mandamientos que Jehová -según el Deuteronomio, 5;8- entregó a Moisés en el Monte Sinaí, establece textualmente “no harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas . No te postergarás ante ellas, ni le rendirás culto…..” Y hasta donde llega mi información, nunca volvió Jehová al mencionado monte para derogar o modificar dicho mandamiento. (Para que no pueda sospecharse de que el párrafo trascripto corresponde a una traducción de la Biblia hecha por alguna secta iconoclasta). En consecuencia, recurrir a “imágenes sagradas” para enaltecer el sentido supuestamente auténtico de la Navidad no resulta coherente con la expresa prohibición divina. Pero el problema no se agota allí.
4- ¿Por qué el 25 de diciembre?
Si leemos con atención los textos canónicos que integran el Nuevo Testamento. Comprobaremos que en ninguno de ellos se da fecha alguna del nacimiento de Jesús. De ahí que durante los primeros siglos del cristianismo no se celebraba lo que llamamos hoy la Navidad, o se la recordaba en diferentes fechas en las distintas jurisdicciones eclesiásticas: para poner un solo ejemplo, los cristianos egipcios, hasta el siglo IV , adoptaron el 6 de enero. Por otra parte no es dable imaginar a pastorcitos deambulando con sus ovejas durante una noche tan fría como eran las de finales de diciembre en el hemisferio norte. Sin referencias escriturísticas y con pluralidad de fechas según las zonas, recién en el año 354 el papa Liborio instituyó para toda la cristiandad el 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Cristo (no obstante lo cual en España, por ejemplo, recién rigió a partir del año 380). ¿Por qué esa fecha? La respuesta es nítidamente pagana.
5- Los dioses paganos
En el hemisferio norte, en torno al 25 de diciembre se produce el solsticio de invierno. A partir de esa realidad astronómica, las noches se van haciendo más cortas y correlativamente las heliofanías más largas. Con mayores o menores conocimientos astronómicos, los pueblos antiguos percibían que a partir de ese momento -y dado que el sol era visto y sentido como fuente de vida- todo iba paulatinamente renaciendo. El solsticio de invierno era visto como el anuncio de la futura primavera, de la naturaleza renovada, del surgimiento de los frutos y de las mieses. Y en la interpretación mitológica de las realidades naturales, el sol visto como Dios Sol renacía en cada solsticio de invierno. Tal renacimiento divino se solía producir a partir de una Diosa Virginal, con un niñito depositado en la cuna. No faltaron aparición de fenómenos celestes o ángeles anunciadores. Se produjeron nacimientos en pesebres con presencia de animales, pastores y magos que tributaban adoración. En Egipto, Horus y Osiris, de respectivas madres vírgenes, nacieron a fines de diciembre. En Grecia se dieron como mínimo tres casos: Adonis y Hércules nacieron el día equivalente al 25 de diciembre de los romanos, y ese mismo día nace Dionisios, también de madre virgen e identificado como el Salvador. `Por su parte, en Escandinavia el 25 de diciembre nace Frey, hijo de Odín y Frigia.
6- El Sol Invicto
Dado que el foco de irradiación
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