La Violencia Con El Pasar De Los Tiempos

Ensayo

La violencia con el pasar del tiempo no ha desaparecido de nuestra naturaleza humana, a pesar de que hemos evolucionado nuestra inteligencia. Esto se refleja desde las pequeñas guerras entre tribus en tiempos remotos, hasta las más grandes oleadas de muerte y miseria como la primera y segunda guerra mundial de 1914 y 1933 respectivamente, originadas en Europa por la rivalidad entre las potencias imperialistas y que se convirtieron en los conflictos más sangrientos de la historia. Hoy en día, la violencia está presente en actos criminales como asaltos, violaciones, asesinatos y los más atroces actos terroristas, sin embargo no se puede afirmar que el ser humano es solamente violento por naturaleza; también somos capaces de sentir el dolor de otras personas (como cuando un bebe llora cuando otro lo hace) y en cierta forma ser solidario con los demás. Pero según ciertos expertos la violencia y el egoísmo son un instinto de supervivencia, desde la necesidad de robar hasta la de matar para sobrevivir, claro está que hoy en día no es muy común este tipo de necesidad, pero últimamente este sistema de instinto se ha deformado y ha modificado su propósito, en el momento en que la persona no ve su propio bien o placer por sí misma, sino que lo hace por encima de otros, inducida por el hambre de poder, territorios, riquezas, etc.

DESARROLLO

La prueba más antigua de comportamientos agresivos se remonta al neolítico, donde hay evidenciada en Talheim Death Pit, en Talheim, Neckar (Alemania), dónde los arqueológos asignan una antigüedad de 7.500 años a una masacre de una tribu rival. Aproximadamente 34 personas fueron atados y predominantemente asesinadas mediante un golpe en la sien izquierda. El yacimiento de Talheim es una de las pruebas más tempranas de guerra en el neolítico europeo.7

Un ejemplo en la edad antigua fue en 480 a.C . cuando el Imperio Persa con su líder el gran Jerjes al frente avanza dispuesto a conquistar toda Grecia con un ejército de cerca de 300.000 hombres que hicieron frente a una coalición formada por la mayor parte de las polis griegas conformada por un ejercito aliado de apenas 7.000 hombres, comandados por la élite del ejercito espartano que se componía de 300 hombres, como cabeza visible y jefe del ejército aliado, el rey Leónidas I de Esparta. En este tipo de casos es evidente los actos del agresor y la fatídica postura del agredido, sujeto a la necesidad de defenderse.

Avanzando más en el tiempo nos encontramos en la edad media con la Guerra de los Cien Años un ejemplo significativo del producto del hambre de poder que fue un conflicto armado que duró en realidad 116 años (1337-1453) entre los reinos de Francia e Inglaterra. Esta guerra fue de raíz feudal, pues su propósito no era otro que dirimir quién controlaría las enormes posesiones de los monarcas ingleses en territorios franceses desde 1154, debido al ascenso

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