La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma.

Malos Hábitos

La belleza exterior no es más que el encanto de un instante.

La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma.

        -George Sand

Los seres humanos precisan de la capacidad de interaccionar dentro de su entorno social para su desarrollo normal. Dentro dicho entorno, el aspecto físico y estético del individuo han jugado un papel muy importante, sin embargo, a lo largo cada día se ha comenzado a dar cada vez una mayor importancia, por lo cual en la actualidad se establecen una serie de estereotipos sobre lo que se debe considerarse como belleza, dentro de los cuales podemos mencionar una figura estilizada, determinada forma de vestir, maquillaje, estilo de peinado, la  alimentación, rutinas de ejercicio y cirugía estética para lograr dichos estándares.

La preocupación por el aspecto físico puede llegar a convertirse en una obsesión, una prioridad que gobierna la vida personal y social del individuo al grado de llegar a comprometer la salud del individuo, mediante diversos medios como el ejercicio exagerado, empleo de regímenes alimenticios extremos y hasta suspensión completa de la alimentación, lo que ha despertado una gran preocupación dentro de las ciencias de la salud, donde dichos trastornos se han denominado como trastornos de la conducta alimentaria.

El aumento significativo de la incidencia y las características de la población a la que afecta hace de estos trastornos un importante problema de salud pública, que no solo afecta al individuo sino que también el entorno familiar y social se ven afectados.

DESARROLLO

Los trastornos de la conducta alimentaria se consideran como una enfermedad que engloba un conjunto de signos, síntomas y conductas de riesgo que se reflejan en aspectos clínicos con diferentes niveles de severidad, dichas conductas se relacionan con las modificaciones de la dieta diaria acompañado por el desarrollo de ansiedad o preocupación con respecto a la forma del cuerpo o el peso corporal.

En el desarrollo de este tipo de enfermedades se ha visto una mayor incidencia en adolescentes y adultos jóvenes, sin embargo, esto no excluye a la niñez y los adultos mayores de sufrir estas enfermedades, además que existe una mayor frecuencia en mujeres que en hombres.

Durante el estudio de estos padecimientos para determinar los factores causantes de su desarrollo, no se ha logrado establecer su etiología específica, ya que se ha encontrado que se involucran una gran diversidad de causas por lo cual se considera un multicausal.

Los trastornos con una mayor incidencia son: anorexia, bulimia y trastorno por atracón, aunque existe una gran variedad de estos padecimientos. A continuación se describen las características más relevantes de cada uno de los trastornos:

• La anorexia pude clasificarse en dos tipos, restrictiva o compulsiva, la primera está caracterizada por el individuo afectado recurre a dietas extremas o hasta la completa suspensión de la alimentación, además de una rutina de ejercicio intensa; la de tipo compulsivo, es cuando el individuo recurre a atracones o purgas después de ingerir cantidades mínimas de comida, para mantener o disminuir su peso corporal.
• La bulimia puede clasificarse en dos tipos, la purgativa y no purgativa, ambas se caracterizan por la ingesta desmedida de alimentos y el empleo de conductas compensatorias, solo que en la primera el individuo emplea el vómito, purgas, laxantes o diuréticos; mientras que en la no purgativa recurre al ejercicio extremo o ayuno prolongado.
• El trastorno por atracón es caracterizado por la pérdida del control sobre la alimentación, solo que a diferencia de la bulimia no existe la presencia de conductas compensatorias, por lo que el individuo tiene un aumento considerable en su peso.

Existen una gran variedad de tratamientos han resultado efectivos para los trastornos de la conducta alimentaria como: el uso de medicamentos, como antidepresivos, antipsicóticos o estabilizadores del estado de ánimo, diferentes formas de psicoterapia, incluyendo individuales, grupales y familiares, pueden ayudar a tratar las razones psicológicas de la enfermedad.

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