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La chica que no habla


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2017  •  Trabajo  •  2.606 Palabras (11 Páginas)  •  203 Visitas

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“La leyenda dice que hace mucho tiempo en un pequeño pueblo de las montañas del norte en Japón había una preciosa pero vanidosa mujer que se casó con un samurái. La bellísima mujer era pretendida por muchos hombres y acostumbraba a engañar a su marido. El samurái sabía de las infidelidades de su esposa por lo que un día en un ataque de celos y furia le cortó la boca de un lado a otro causándole una gran cicatriz que le cubría gran parte de la cara para que así nadie la volviera a ver de la misma forma”.


En la vida de Sasha todo iba bien tenía un trabajo de medio turno en una cafetería, un pequeño departamento, una carrea y un exente promedio académico. Pero todo esto cambio, una noche, cuando junto con sus dos mejores amigos decidió salir a comer para celebrar que solo les faltaban 2 semanas para graduarse. Acordaron ir a un acogedor restaurante chino en el centro de la ciudad, nada muy costoso ni elegante.

Al entrar se percibía un ambiente antiguo, la iluminación era tenue y llegaba un aroma a inciensos mezclados con aceite quemado y humedad.

― Pero qué lugar tan… ¿lindo?― Comento Alex con un tomo que provoco que Sasha y Mey rieran ― Espero que la comida sea buena ―

― Es lo único que te importa ― le respondió Mey utilizando un tono de reproche ― Pues la verdad es que si lo es, vine con Max en  nuestra primera cita ― dijo

― ¿Podemos buscar una mesa o van a seguir hablando? ― Pregunto Sasha, aunque sonó mas a una orden que a una pregunta ― Muero de hambre y antes de poder decir otra cosa sintieron otra presencia cerca de ellos que los hizo voltear.

Era un mesero, el cual era tan blanco como una tasa de leche fría y tan gordo como el chef de la sirenita y hasta tenía el mismo bigote, en su cara se podía apreciar una sonrisa que le daba un aire espeluznante.

― Buenas noches queridos clientes ― Les dio la bienvenida utilizando un tono de voz algo emocionado ― Por favor síganme a su mesa.

Y así lo hicieron, los tres amigos siguieron al mesero por restaurante el cual contaba con no más de 20 mesas pero a pesar de eso tenía unas  10  personas distribuidas la mayoría en parejas pero no más de 3  por mesa. Sasha noto que el camarero los guio hasta las mesas más alejadas y cerca de las cocina de las cual no salía ningún olor o sonido.

El mesonero les dio a cada uno un menú y puso sobre la mesa una jarra de agua fría y tres vasos que estaban en una mesa cercana a la mesa y se retiró. Luego de unos 10 minutos este volvió.

― Necesitan un poco más de tiempo para decidir que van a ordenar o ya lo saben― Pregunto este ―

― Tres arroz especiales sin camarones y tres coca-colas― Dijo Mey sin levantar la vista de su teléfono.

―Perfecto― Dijo el mesero, del cual todavía desconocían su nombre.

La cena continuo y los tres amigos disfrutaron  de un pequeño descanso, después de unas semanas muy movidas, y de una rica comida. Antes de pedir la cuenta se les acercó el mesero este traía en sus manos un pequeño plato con tres galletas de la fortuna en este y lo dejo sobre la mesa sin decir palabra alguna. Los tres se miraron y tomaron una galleta cada uno, Alex no le dio mucha importancia a lo que decía el papel, Mey un poco más interesada leyó en voz alta la suya.

― “Si hay paz en tu interior, hay luz en tu camino” ― Recito entonces, todos en la mesa la miraron a lo que ella dijo ― No entendí― Y así fue como este pequeño comentario hiso reir a Alex, Sasha que sostenía en sus manos el pequeño papel y no podía dejar de ver este miro a su alrededor como si fuera una orden, fue entonces cuando se dio cuenta de que en la otra punta del restaurant había una chica o eso perecía ya que esta llevaba puesta una chaqueta que le tapaba gran parte del rosto, esta vio Sasha directamente a los ojos y se llevó un dedo a la boca y le hizo una seña de silencio, su piel se volvió de gallina y trago fuerte, “Deberías mirar a tu alrededor y guardar silencio“ decía el pequeño papel que se encuentra en las manos de la chica. Un pequeño carraspeo hace que salga de sus pensamientos y mire al frete nuevamente.

― Y la tuya que dice ― Pregunta Mey con aire interesado, pero antes de que Sasha pueda decir algo, una vez más el mesero hace acto de presencia y les entrega la cuenta como si se hubiesen puesto de acuerdo los tres sacan el dinero para pagar la cena, acto seguido se levantan pero antes de cruzar la puerta Sasha asegura haber escuchado un “Hasta pronto” de parte del mesero-

El lunes Sasha realizo su rutina de las mañanas y se fue a la facultad al llegar fue a buscar a sus amigos pero antes de que pudiera sonar la campana sonó y se dirigió a su salón pensando que hay podrían estar ya sus amigos. Al entrar y saludar a algunos que ya estaban hay, de los cuales no tuvo respuesta alguna, escaneo con la mira el salón en busca de sus amigos, a Sasha se le hacia muy raro todo esto ya que después de despedirse de ellos el sábado en la noche luego da salir del restaurant chino no supo más de ellos ni llamadas, ni mensajes nada que indicara que estaban bien solo un mensaje por el grupo “ Los tres mosqueteros” nombre que le coloco Alex después de ver dicha película, por parte de ellos diciendo que ya estaban en casa.  Luego de que se sentara en su habitual asiento al frete en fila de en medio, decidió sacar su teléfono para ver si tenía algún mensaje pero antes de poder completar esta acción la puerta se abrió, al levantar la mira con la esperanza de que se tratara de sus amigos lo cual así era se llevó la gran sorpresa de que no estaban solos ya que detrás de estos  estaba el mesero del restaurant chino, pero este a diferencia de la noche del sábado no tenía el horroroso bigote, los demás alumnos al darse cuenta de la presencia de este se sentaron correctamente en sus asientos mientras que Alex y Mey se sentaba en los puestos a los lados de Sasha y mirar al frente sin siquiera decir hola o hacer alguna seña con las manos. Dejando de lado esto Sasha dirigió su mirada al frente donde el mesero del cual todavía desconocía su nombre, tenía la mirada puesta en Sasha, su mirada era sombría y misteriosa pero a la vez Sasha sentía que podía leer su mente y darse cuenta que sentía miedo.

― Se preguntaran quien soy y que hago aquí, pues debo informarles que la profesora Martínez se encuentra en el hospital gracias a la desdicha de que sufrió un desagradable accidente en automóvil, por lo cual yo la sustituiré en estas dos semanas de clases― Toda la clase miraba con atención, al ahora nuevo, profesor― Me pueden llamar señor Silence― Dijo al que anteriormente Sasha conocía como el simple mesero del pequeño restaurant chino y ahora como señor Silence, mirando fijamente a Sasha.

Luego de la presentación el profesor siguió con las clases, Sasha en varias oportunidades a lo largo de la media hora y cada vez que el profesor preguntaba algo y esta respondía el profesor no le prestaba atención alguna hasta que alzo su mano y dijo su respuesta pero este solo sonrió y dijo

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