La contribución de la política exterior de Canadá

Ha sido siempre un tema de gran interés la autodefinición de Canadá y la Tercera Opción como parte de su política exterior. Los análisis sobre Canadá se han hecho por parte de no canadienses y algunos lo han hecho bajo métodos no tradicionales como la psicología o la literatura, haciendo que los estudios sobre Canadá se hayan diversificado.

El concepto de alteridad dentro del ensayo sirve únicamente como recurso analítico, el cual se expresa en tres vertientes:

• Es un concepto sustancial en la estrategia canadiense desde la Segunda Guerra Mundial para legitimar políticas gubernamentales que reforzaron al interior el discurso sobre la identidad canadiense.
• El uso del discurso sobre la alteridad en su política exterior  como una estrategia internacional a través de programas de promoción de estudios con el objetivo de promover la identidad canadiense en el extranjero para mejorar desde afuera la imagen e identidad que hay en el interior de Canadá.
• El uso del discurso sobre la alteridad no solo sirve para estudiar la Política Exterior de Canadá, sino que es usada por autores extranjeros para elaborar un análisis sobre aspectos específicos de la política exterior de otro país.

A fin de explicar temas como la democracia, multiculturalismo, derechos humanos o libre comercio, la doctora Teresa Gutiérrez usa el tema de las prácticas antidemocráticas,  proteccionismo comercial, violación a los derechos humanos, etc., y en este sentido hace cinco (es decir, tres XD) distinciones:

• El discurso sobre la identidad en la política exterior es una estrategia que forma parte del proyecto político federal en materia de política internacional desde los cuarentas.
• Quebec ha formado su propio discurso identitario en política internacional desde los sesentas como resultado de los cambios de la llamada Revolución Tranquila. Quebec formula su propia política internacional, también promoviendo los valores canadienses pero elabora otros con el objetivo de ser reconocido como interlocutor político internacional.
• La tradicional política exterior formulada por el gobierno federal y la formulada por Quebec, manifiestan inequívocamente su voluntad política de utilizar su política internacional como mecanismo de afirmación identitaria.  
• El uso de la alteridad tiene como objetivo formular una identidad pan-canadiense por parte del gobierno federal.
• El análisis de la política exterior canadiense se hace casi siempre desde la perspectiva de la identidad y la alteridad.

Identidad nacional y política exterior en la teoría de las relaciones internacionales.

La legitimación de los postulados de política exterior depende de la identificación que existe entre los valores e intereses de la sociedad y las propuestas del Estado a través de su política exterior. Por lo tanto se entiende que es el Estado el que debe garantizar este sentimiento vinculatorio entre los individuos y sus ideas, principios u acciones que sean capaces de crear un sentimiento de identidad común. Uno de los más importantes es el sentimiento nacional que logra que la sociedad tenga sentimiento de pertenencia a un territorio y de lealtad hacia ciertos valores.

Por esta razón los estudios sobre la política exterior de Canadá y su afán durante la formulación de crear una identidad pan-canadiense, se han apoyado sobre la Teoría de la Identificación de William Bloom, donde se habla de la relación psicológica entre el individuo y su entorno social, así como de los símbolos que el Estado usa para que sus acciones sean vistas como benéficas. Donde el éxito descansa en la posibilidad de manipular estos símbolos. Por lo tanto la identidad nacional de desprende de una dinámica psicológica-social.

Curiosamente, Canadá carece casi completamente de  aquellos símbolos usados tradicionalmente por otros gobiernos para reforzar su identidad. El primer símbolo nació en 1964 con el Ministro Lester Pearson, quién propuso una bandera diferente a la de Reino Unido y así crear una identidad más tangible para Canadá.

La doctora Teresa Gutiérrez considera que un Estado no solo debe crear estos símbolos, sino que estos se van renovando; considera que la globalización ha influido en la velocidad en que los símbolos y rituales tradicionales se han debilitado, han desaparecido o se han sustituido, siendo Canadá uno de los pocos que han logrado escapar de ese deterioro de símbolos. Una primera prueba es su estrategia internacional de promover principios y justificar su presencia internacional bajo el enunciado de la Seguridad Humana propuesta por Loyd Axworthy. La segunda prueba es la promoción de los valores humanos, lo cual toma un lugar central en la explicación y justificación de la posición de Canadá, y puesta en práctica por casi todos sus primeros ministros. Es precisamente por esa coherencia y consistencia en relación con los valores humanos en sus primeros ministros que se le atribuye a la política exterior canadiense una responsabilidad a la vez que una respuesta a las necesidades de la humanidad.

Estos valores humanos están vinculados a la cultura política predominante del país, la cual se ha inclinado a favor de la moderación, mediación, cooperación y cuidado a los menos afortunados. Esta cultura política ha estado influenciada por principios religiosos como el catolicismo y protestantismo. Hecho que se denotó con Lester B. Pearson, que al igual que Arnold Heeney y Scott Reid, eran hijos de ministros protestantes; Pearson nunca usó a Dios para explicar o justificar sus métodos pero su ética y lenguaje evidenciaron su tradición, en gran medida fue gracias a él que se puede hablar de una “identidad internacional canadiense” y de la excepcionalidad, singularidad y distinción como características de Canadá. No solo pretendía un idealismo pragmático en su internacionalismo, sino que buscaba consolidar una identidad nacional que uniera provincias y territorios. La Comisión Real sobre Bilingüismo y Biculturalismo creada por iniciativa suya influyo mucho en la formulación de la policía exterior, ya que hizo oficial el francés en la política.

En 1945 tiene su origen el internacionalismo canadiense que se concretó en la creación de los cuerpos de paz, la promoción de los derechos humanos, el apoyo a los procesos de democratización, el desarme y control de armas, y la ayuda al desarrollo de los países económicamente débiles. Este internacionalismo se basaba en Canadá como potencia media inclinada históricamente hacia acciones de corte multilateral.

En 1970 los valores humanos promovidos por Canadá se convierten en calores canadienses, cuya promisión contribuyó a la formación de su identidad internacional, aceptada y respaldada más por su misma sociedad que aquellas que habían sido destinadas para una identidad nacional. Por lo tanto se entiende que es la formulación y principios de su política exterior, la que simultáneamente ha dotado a su sociedad de una identidad. Es por eso que se habla de una identidad nacional desde afuera, y así apuntalar la unidad pan-canadiense desde adentro. Es incluso por los retos a los que se ha enfrentado que se reconoce aun más la consolidación de su identidad interna y externa: la diversidad cultural y el antagonismo entre dos lenguas complejas. Sobre todo por ésta última, donde los esfuerzos para eliminar dicho antagonismo se tienen desde 1936 y hasta 1969, enfrentándose siembre a la influencia de Inglaterra sobre el orden institucional y burocrático dentro del desempeño de la política internacional canadiense.

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