La crítica teórica
Enviado por queen10 • 22 de Mayo de 2015 • Síntesis • 484 Palabras (2 Páginas) • 111 Visitas
La crítica teórica
Un nivel de crítica de la arquitectura, previo y necesario para cualquier otro, es el que denomino “crítica teórica”. Aquí, el concepto de crítica carece del sentido valorativo que le damos en el lenguaje coloquial; pues alude al “desentrañamiento” de las condiciones de existencia del fenómeno analizado. Lo que se “critica”, en todo caso, no es el fenómeno real sino las ideas espontáneas y superficiales que nos hacemos de él. “Crítica” aquí es “desocultación” de los factores y relaciones estructurales en que se funda el hecho considerado.
Toda crítica de la arquitectura debe partir de la obviedad (que suele ser soslayada) de que todo hecho construido es producto de un sistema de condicionantes reales; pues si está construido es porque en hacerlo posible han confluido todos los factores económicos, ideológicos y culturales. El Sistema no es un “aspecto” de la realidad, aleatorio o de eficacia esporádica; sino la articulación necesaria de los distintos estratos de la realidad social en que vivimos y producimos. Es la fuente de condicionamientos objetivos de todo lo producido y, por lo tanto, la principal fuente de su explicación.
Ausente este primer nivel de crítica, no puede sostenerse que se conozca el hecho real. Se tendrá de él una descripción más o menos exacta; pero se desconocerá su sentido en el seno de la sociedad concreta. Sólo se registrará el aspecto exterior del objeto, sus datos puramente fenoménicos. Se oirán los truenos pero se ignorará cómo se producen; y tal ignorancia tendrá efectos directos sobre la valoración del hecho y sobre los comportamientos con él relacionados.
Este nivel de la crítica debe expulsar, por lo tanto, toda tentación a enturbiarla con la toma de posición ante el fenómeno analizado; pues su finalidad no es valorar o juzgar sino conocer. Si ejemplificamos con la Teoría Social, este nivel de crítica se corresponde con un discurso como el de “El Capital” de Karl Marx. En ese texto indispensable para todo economista, cualquiera fuera su posición ideológica, el autor vivisecciona el sistema económico sin ninguna repugnancia ni insinuación ética, con la finalidad de explicar sus condiciones de existencia y su lógica interna.
De igual modo, el analista de la arquitectura, para conocer su objeto, debe poner entre paréntesis todo juicio personal o social, toda valoración ética, estética o ideológica. Su único interés ha de ser el detectar los orígenes del fenómeno analizado, o sea, los factores que han motivado su producción y condicionado sus características.
Independientemente de sus adscripciones culturales, el crítico debe descubrir las articulaciones objetivas entre la arquitectura (obra, género, o lenguaje) y el contexto social que brinda los programas (estilos de vida, sistemas de valores, condiciones
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