La cultura tolimense

La cultura tolimense esta formada a partir de la rudeza el entorno y el machismo ocasionado por el contexto de los años 40. Su comercio gira entorno a la agricultura, la ganadería y la economía que surge por las actividades propias del rio. Su colonización y población se llevó gracias a los fluentes de los ríos y una promesa de riqueza y oportunidades para todos. En dichos procesos de arraigamientos y población del terrenos se llevaron a cabo varias historias, mitos y leyendas de hombre sobrenaturales como lo fue Florentino quien sostuvo una batalla con el diablo, como lo es el indio acostado en la entrada del parque la macarena, como son todas las historias y relatos de animales extraños que navegan el rio ariari los cuales pierden a los hombres. De la llorona, duendes, espantos, brujas, de pueblos fantasmas, de encantos llevados a cabo por las aguas de los ríos, las historias de almas en pena por la violencia constante desde su fundación hasta la actualidad. Pero todo esto se caracteriza por la rudeza de los hombre llaneros, de la importancia de hacer valer su nombre y sus orígenes, de los criollos criollos, de los que son verdaderamente guapos, que se levantan con el sol y que saben

sabanear los atajos del camino, de los que dominan grandes bestias de más de 9 arrobas, de los que montan los caballo a pelo sin silla, que con el grito en la sabana llaman a su ganado, hombres que con el arpa, cuatro y maracas forman una algarabía y el zapatear el joropo demuestran su amor por esta tierra.

La riqueza en la cultura hace que los propios de esta tierra tengan un temperamento fuerte y rígido en su manera de hablar, con una dominación machista y una tenacidad de la mujer para abrirse campo en una región de hombres. De las llanuras me queda identificar la expresión de los brazos y manos al momento de hablar lo cual da mayor firmeza al decir las cosas, por el calor se da una manera de vestir fresca y sin preocupaciones, cuando algo es irónico o esperado se levanta una ceja, cuando algo es doloroso o tenaz se tiende a torcer el labio inferior hacia la izquierda, si algo es sorprendente se levantan las dos cejas, al igual cuando se está contando una historia graciosa se tiende a realizar las mímicas. Cuando se tiene estrés tiendo a rascarme la cabeza, cuando se está expresando algún mensaje con dolor o sentimientos negativos se tiende a desviar la mirada, a arrugar la boca y a agachar la cabeza.

La importancia de estos gestos y esta manera de expresar los mensajes mediante una comunicación no verbal hace que los mensajes sean mayormente entendidos, que se transmita el sentimiento de la conversación, que el receptor se identifique con el sentimiento y se haga una transferencia de ideas con sentido.

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