La educación basada en competencias, un reciente arquetipo

La educación basada en competencias, un reciente arquetipo.

Lic. Antropologa Social. Alicia Fuentes Ríos

La Educación Basada en Competencias, tiene sus orígenes EN EEUU, en los años 60´s, de siglo

XX; nace como una necesidad ante la inquietud de que a los estudiantes no estaban siendo formados

con el perfil de egreso requerido. En 1973, el Departamento de Estado de los Estados Unidos decidió

realizar un estudio orientado a mejorar la selección de su personal, y este fue basado en competencia.

Al hablar de Educación Basada en Competencias(EBC) es hacer énfasis en el desempeño que

resulta de la movilización de conocimientos, habilidades, actitudes y valores de un individuo en un

contexto especifico, para resolver problemas que se presentan en diversos ámbitos de la vida, es decir

que los alumnos logren sus objetivos de manera eficiente.

Las competencias, son potencialidades que se deben desarrollar y que algunas veces requieren

de cualidades que se heredan, siendo parte fundamental de la construcción formativa de la persona.

La construcción de las competencias debe relacionarse en una comunidad en específico, es decir

desde un entorno social, respondiendo a las necesidades y actuar de acuerdo a las metas y objetivos

de una sociedad cambiante.

Como docentes que somos debemos asumir el papel de facilitadores del aprendizaje significativo,

así mismo, garantizar el desarrollo de competencias personales y profesionales, que vallan más allá

de superar un examen.

Podemos considerar que una competencia ha sido adquirida, cuando en determinadas situaciones

de la vida, el alumno pone en juego sus conocimientos, habilidades, actitudes y valores en la solución

de un problema.

Las competencias son un saber hacer con conciencia, es un saber en acción, un saber cuyo sentido

inmediato no es describir la realidad, sino modificarla; no definir problemas sino solucionarlos; por

tanto, el modelo basado en competencia rompe con el paradigma de educación tradicional, donde el

conocimiento ya viene dado y el aprendizaje es memorístico, por medio de este modelo, el salón de

clase es considerado un espacio que propicia el desarrollo de las capacidades del estudiante. Las

competencias son diferentes en cada situación y momento, por lo que permite suponer la existencia

de conflictos, dado lo inasible del concepto y su condición de construcción social.

Esta metodología pone en práctica las actividades y retos que motivan a los estudiantes aplicar sus

habilidades en diversas áreas del conocimiento. Además, mediante el proceso de enseñanza –

aprendizaje se utilicen recursos tecnológicos, juegos didácticos, libros y otros.

En este sentido, el modelo basado en competencias, requiere de una manera crítica y reflexiva de

ver el currículo, entendiéndolo como la totalidad educativa en cuya espiral dialéctica confluyen

elementos desde el diagnóstico de necesidades sociales y variables del contexto, hasta las

operaciones últimas del programa educativo, incluyendo sus sistemas de evaluación. Visto así, el

currículo se transforma en una oportunidad ilimitada para la reflexión, la crítica y las propuestas de

mejora.

El modelo educativo se desarrolla a través de experiencias de aprendizaje en cuyo campo de

conocimiento se integran el saber conocer, saber hacer y saber ser. Estos son considerados

aprendizajes integradores que involucran la reflexión sobre el propio proceso de aprendizaje o

metacognición.

Desde mi perspectiva como docente, la Educación Basada en Competencias, se debe constituir en

una propuesta incluyente e integradora, para trascender su operación y mirada reduccionista y utilitaria

que parece caracterizar las prácticas y currículo actual.

Es preciso mencionar que dicho modelo debe concebir al ser humano como sujeto principal del

proceso educativo y al currículo como estrategia de cambio y desarrollo académico de la institución,

el modelo curricular persigue la formación integral del ser humano; de profesionales con valores éticos

y morales, capaces de disfrutar de la belleza creada por la humanidad a través de las diversas

manifestaciones artísticas, comprometidos con el desarrollo sustentable, respetuosos de la naturaleza

y orientados hacia la búsqueda libre y creativa del conocimiento.

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