La expresión dramática y la pedagogía.
Enviado por joha1995gv • 14 de Agosto de 2016 • Ensayo • 2.285 Palabras (10 Páginas) • 200 Visitas
LA EXPRESION DRAMATICA Y LA PEDAGOGIA
En la actualidad la docencia, se ha transformado con la innovación tecnológica, nuevos conocimientos que se han ido impartiendo con el paso de los años, a los estudiantes, los cambios se deben, porque el docente se preocupa, por los estudiantes que no presentan un buen rendimiento, busca nuevas metodologías, estrategias o herramientas que sirven de apoyo para el aprendizaje.
No obstante, en el campo de la didáctica la expresión como la comunicación es la base o la esencia, donde se basan la creatividad expresiva como la danza dramatización plástica y música, dentro de la educación, donde se quiere transmitir un mensaje o como la misma palabra, lo dice dramatizar el mensaje o expresarlo en dramatización, porque es la forma para que exista una comunicación.
En la pedagogía sirve para enseñar a niños y adolescentes, para que expresen sus sentimientos, afrontar sus problemas y dificultades, donde el docente observa que actitudes y comportamientos tienen sus estudiantes, es un modo de expresión para que afloren sus sentimientos.
Vale la pena connotar, que la expresión dramática el estudiante puede desarrollar sus actitudes, como la autoestima, eso no se logra por sí mismos, los potencializadores de la autoestima son los padres y docentes, hay que ayudarles a ser creativos, donde se les forme con el humor y cooperación, sean capaces de manejar las conductas prosociales, ya que un estudiante con buen sentido del humor puede desarrollar sus actividades con diligencia y efectividad.
Muchos de los estudiantes son tímidos, no socializan con los compañeros, en esta ocasión vale la pena nombrar un autor que habla sobre el aspecto social, junto con la dramatización:
Según Laferrière, señala una serie de principios intrínsecos a la dramatización en cuanto que son la base previa para poder improvisar. Los consideramos muy interesantes para el desarrollo de habilidades sociales en el niño y el adolescente, a la hora de relacionarse con los demás. Éstos son:
- Saber integrar las personas y los sucesos. No se podría imaginar el juego dramático sin una mezcla de lo personal y lo colectivo influyéndose mutuamente. Ésta es su esencia misma.
- Tener confianza en sí mismo y en los otros.
- Saber escuchar el entorno, las personas y las acciones. La escucha activa permite comprender mejor las cosas que la rutina nos impide conocer.[1]
La expresión corporal actúa como terapia, es una alternativa liberadora de actitudes y permite formarse dando a conocer todo lo que tienen dentro de su corazón, exteriorizando sus sentimientos hacia el público.
Algunos profesores utilizan la dramatización como herramienta didáctica para el aprendizaje de la lengua, ya que la dramatización ayuda al desarrollo de habilidades expresivas y comunicativas.[2]
La expresión dramática le enseña al estudiante a desarrollar la autonomía, será independiente, cuidarse por sí mismo, solucionar actividades sin ayuda de los demás, la creatividad juega un papel importante en la formación del estudiante, un alumno creativo saldrá rápidamente de las dificultades, será un buen profesional en el futuro.
El estudiante absorbe en su casa problemas, se vuelve retraído, solo triste, pero la dramatización lo afrontara con el humor, se liberara de los problemas actuales de su hogar, también muchos estudiantes son envidiosos y egoístas, ya que los padres les han enseñado a ser individualista, el profesor a través de esta herramienta, desarrollara el cooperativismo y compartirá, se enfrentara a nuevos desafíos que le ayudaran a confrontar los problemas.
¡Cuántos docentes, a veces sin poder dar explicaciones racionalmente elaboradas, la rechazan [la creatividad], no la aceptan, al menos, inicialmente! ¿Es el temor a la innovación? ¿Es el temor inicial a la ignorancia de algunos procedimientos? ¿O es el temor a perder el estatus profesional con el que hasta ese momento se sentían seguros o estables?[3]
Muchos docentes, tienen sus talleres elaborados, donde no le permiten ser creativo al estudiante, donde utilice la imaginación, ya que esto contribuye en el desarrollo de su personalidad, la utilización de gestos, expresiones corporales, el movimiento, la postura, hacen que el estudiante se enfrente a un público, donde él tiene que enfrentarse contra sus miedos y con su cuerpo expresar o transmitir el mensaje que quiere dar a conocer.
Seguidamente, se puede decir que la expresión corporal ayuda a su motricidad, a tener conocimiento y dominio de su cuerpo, la respiración, la relajación, la armonización, ayudan a quitar el estrés y concentrarse en las actividades, donde sentirá que se libera de sus propios miedos.
Las herramientas que se utilizan en la dramatización, son títeres, teatro, danza, dramatización de cuentos, canciones, monólogos, la mímica, donde el vestuario y el maquillaje ayudara que la expresión sea más significativa, donde cada uno de estos harán que capten la atención del estudiante, y se apropie de los conocimientos, se identifica con lo que hace, a través de las presentaciones ante el público representaran valores, el respeto y lograr captar la atención de los receptores.
Antonio García del Toro, cita a Vigotski y Rodari, desde una perspectiva fundamentada en afirma que la expresión libre es la base de la creatividad y plantea las actividades teatrales interdisciplinarias en clase como un elemento fundamental para el desarrollo del alumnado.[4]
Tanto la creatividad como el juego ayudan al estudiante, a recrear las fantasías y distracción en medio, de la soledad que pueda sentir, tristezas y frustración, porque no pueden dar solución, a los acontecimientos que tienen que vivir en el hogar o en la misma institución educativa, puede ser que el alumno aleje a los compañeros, por sus actitudes y comportamientos, inadecuados.
El autor expresa la naturaleza motivadora del drama con las siguientes palabras: “Una explicación más convincente de la fuerza motivadora del drama es que éste aprovecha la tendencia a jugar, la cual presenta su mayor fuerza en los niños de edades infantiles, pero persiste en la adolescencia y probablemente en toda la edad adulta”. Esta tendencia al juego les sirve, al mismo tiempo, a los niños y adolescentes para entender el mundo, como sigue explicando el mismo autor: “Tanto en la historia del teatro como en la historia del juego personal”.[5]
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