La granjerita mentirosa

La granjerita mentirosa

Erase una vez una joven granjera llamada Hannah que se pasaba el día cuidando su granja. Cada mañana muy temprano iba a su granero a revisar que todo estuviera bien. Hannah después de terminar con sus labores, se sentaba cerca del granero para asegurarse de que nadie se metiera y le robara.

Un día, al atardecer, Hannah estaba muy aburrida y se le ocurrió una idea para divertirse un poco: hacerle una broma a los habitantes del pueblo. Así que salió corriendo y comenzó a gritar:

-¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Están robando mi granero! ¡Ayúdenme por favor!

Los pueblerinos se asustaron al escuchar los gritos de la granjera y salieron corriendo a ayudarla. Cuando llagaron junto a ella, encontraron a Hannah riéndose a carcajadas:

-¡jajajaja! ¡Los he engañado a todos! ¡No me han robado nada!

Los habitantes del pueblo, enojados e indignados, se dieron media vuelta y regresaron a sus labores.

Al día siguiente, Hannah regreso al granero y comenzó a aburrirse, pues no tenía nada que hacer… Nuevamente decidió que sería divertido repetir la broma del día anterior.

-¡Socorro! ¡Socorro! ¡Necesito ayuda! ¡Los ladrones robaron todo lo que tenía en mi granero!

Hannah gritaba tanto que su voz se escuchaba en todo el pueblo. Un grupo de hombres se reunió y se organizo para ayudar a la granjera. Todos juntos se pusieron en marcha y enseguida vieron a la granjera, pero se dieron que cuanta que la granjera les estaba jugando una broma. Al acercarse la joven se estaba burlando de ellos:

-¡jajajaja! ¡Me parto de risa! ¡Los engañe otra vez!

Una tarde la joven Hannah se distrajo un momento y entre dos ladrones comenzaron a saquear su granja. Ella siendo tan pequeña y un poco débil, sabría que no podría detenerlos. Asustadísima, salió corriendo hacia el pueblo en busca de ayuda.

-¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Ayúdenme! ¡Dos ladrones roban mi granero!

Como siempre los pueblerinos escucharon sus gritos, pero creyendo que se trataba nuevamente de una broma, así que no le hicieron caso. Hannah regreso a su granja y cuando llego, se encontró con que su granero estaba casi vacío.

Desde ese momento Hannah se dio cuenta del error que cometió al burlarse de las personas del pueblo. Aprendió la lección y nunca jamás volvió a mentir ni a jugarle bromas a nadie.

Moraleja                                                                                                                                                                                                    Siempre habla y actúa con honestidad, porque hay veces que las personas ponen toda su confianza en lo que les decimos y pues al final resulta que fuimos deshonestos y terminamos defraudándolos.

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