La historia de las Cámaras de Comercio en México

La historia de las Cámaras de Comercio en nuestro país se remonta a la época colonia (aunque las civilizaciones prehispánicas comerciaban entre ellas no se tienen vestigios de algún órgano que se equiparara al de las Cámaras de Comercio) cuando un grupo de comerciantes de la Nueva España con el deseo de proteger sus intereses y utilidades por medio de una acción independiente luchó por obtener autorización para crear un Consulado con privilegios exclusivas para los comerciantes de la ciudad; respecto a esta solicitud que se promovió, existe una carta que data de 1590 en donde el rey confirmó la constitución del Consulado y dio instrucciones a la Real Audiencia para proteger al nuevo organismo.

La historia de las Cámaras de Comercio en nuestro país se remonta a la época colonia (aunque las civilizaciones prehispánicas comerciaban entre ellas no se tienen vestigios de algún órgano que se equiparara al de las Cámaras de Comercio) cuando un grupo de comerciantes de la Nueva España con el deseo de proteger sus intereses y utilidades por medio de una acción independiente luchó por obtener autorización para crear un Consulado con privilegios exclusivas para los comerciantes de la ciudad; respecto a esta solicitud que se promovió, existe una carta que data de 1590 en donde el rey confirmó la constitución del Consulado y dio instrucciones a la Real Audiencia para proteger al nuevo organismo.

Es menester resaltar que este primer antecedente a las actuales Cámaras de Comercio, estuvo vigente por casi 230 años inclusive durante los movimientos de Independencia, el consulado se adaptó al contexto, hasta que en 1824, el Congreso Constituyente decretó que los consulados cesaban en sus funciones respecto a la Federación. Sin embargo para 1841 en el Congreso se aprobó la existencia de juntas para promover el comercio, y tribunales comisionados de administrar justicia en materia mercantil. Estas nuevas instituciones se equiparan a los consulados.

En México las Cámaras reglamentadas jurídicamente; aparecen en 1908 con la promulgación de la Primera Ley en esta materia surgiendo así 16 Cámaras en todo el país.

Posteriormente la Ley promulgada en 1908 fue abrogada por la de 1936, la cual a su vez lo fue por la Ley de 1941 (la cual tuvo siete reformas durante los 55 años de su vigencia) para consecuentemente ser abrogada por la del 20 de diciembre de 1996 y esta a su vez fue abrogada por la actual Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones promulgada en el 2005 con vigencia hasta nuestros días.

De acuerdo a la Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones que se encuentra vigente la Cámara Nacional de Comercio, a grosso modo es una Institución de Interés Público autónoma, con personalidad jurídica y patrimonio propio que agrupa a comerciantes y empresas dedicadas al Comercio, los Servicios y el Turismo, la Canaco es un organismo intermedio que está orientado a lograr que la sociedad cuente con un sector comercial que sea capaz de satisfacer las necesidades de bienes y servicios de todos los que la integran, entre los principales objetivos de la Canaco se encuentra el representar, promover y defender los intereses generales del sector comercio, los servicios y el turismo, según corresponda, como actividades generales de la economía nacional anteponiendo siempre el interés público sobre el privado; además de servir como un órgano de consulta y colaboración de los tres niveles de gobierno para el diseño, divulgación y ejecución de políticas, programas e instrumentos para el fomento de la actividad económica nacional y la participación gremial de los comerciantes.

La Cámara Nacional de Comercio labora con la intención de consolidar la actividad empresarial del país, atendiendo de manera eficaz y oportuna sus necesidades, presentando propuestas que mejoren el entorno económico en México y fomentando así la eficacia competitiva de los establecimientos de Comercio, Servicios y Turismo para promover el sano desarrollo de los negocios. Ninguna persona moral con objeto distinto al mencionado anteriormente podrá usar en su nombre los términos Cámara o Confederación salvo que obtenga la autorización respectiva previamente.

Una Cámara de Comercio no podrá rechazar a todo aquel que se quiera afiliar a ella pues de acuerdo al artículo 10 de la Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones, las Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo están obligadas a admitir como afiliados a todos los Comerciantes que lo soliciten, sin excepción, siempre y cuando paguen la cuota correspondiente y se comprometan

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