La mala comedia en la actualidad, para un regreso a la antigua comedia que realmente vale la pena admirar.

Rafael Solana

La mala comedia en la actualidad, para un regreso a la antigua comedia que realmente vale la pena admirar.

Rafael Solana Salcedo nace el 7 de agosto de 1915, en el estado de Veracruz, fue un escritor de cuento, novela, ensayo, poesía, crónica, y evidentemente de obras teatrales, con más de 30 obras representadas podemos ver su gran éxito que tuvo en su época.

Sin duda Rafael es uno de los escritores más importantes, junto con la llamada “Generación de taller” al final del siglo XX en nuestro país, en el presente trabajo abordaré la gran importancia de la comedia en el actual contexto que está nuestro país, relacionándolo con la gran comedia que manejó el gran Rafael Solana.

Inició como dramaturgo a partir de los 37 años de edad, él consideraba esa edad perfecta para poder empezar a indagar con el género teatral, pues leí en un escrito que el manejaba diferentes etapas, más bien las creía convenientes, que cuando fuera joven debería escribir poesía, cuando fuera ya no fuera tan joven pero tuviera una mediana edad, seria perfecto para escribir cuentos y novelas, y ya el teatro se debía escribir con cierta madurez, estoy de acuerdo con el, ya que para escribir teatro se necesita ya haber pasado por la escritura de diferentes géneros literarios , y esto lo digo porque el teatro es muy complejo, y necesitas tener una muy buena cultura, una buena escritura, y conjuntar la poesía, la narrativa, el ensayo, la novela, entre muchos más, para complementar y formar una gran obra de teatro, al menos eso es lo que yo pienso, veo y escucho de mis compañeros dramaturgos, que es un gran reto para ellos, es lo mas difícil para escribir, pero al conectar tantos referentes pueden ir creando cosas maravillosas.

Su primera creación ya como dramaturgo, fue “Las islas de oro”, que fue estrenada el 18 de abril de 1952 en el teatro Colón y fue protagonizada por Prudencia Grifell, Virginia Manzano, Miguel Ángel Ferriz, Alfredo Varela y Fernando Mendoza, entre otros y esta obra fue dirigida por Luis               G. Basurto. Me parece muy interesante que comenzando a presentar, en aproximadamente cinco años, transcurridos de 1952, con el estreno de su primer obra, hasta 1957 ya tenía aproximadamente 7 obras representadas, entre ellas, “Estrella que se apaga”, “Sólo quedaban las plumas”, éstas fueron estrenadas en 1953, y ambas dirigidas por José de Jesús Aceves en el Teatro Caracol y la Sala Chopin,

Asimismo, otra de sus grandes obras que fueron montadas en ese periodo de 5 años, es la que en este presente ensayo pude analizar, la obra de “Debiera haber obispas”, escrita para María Tereza Montoya en el año de 1953, y se estrenó el 29 de abril de 1954 en la Sala Chopin dirigida por Luis G. Basurto. Con las actuaciones de María Tereza Montoya, como Matea; Emma Fink, como Eufrosina y Felipe Montoya, en el papel de obispo.

Una de las otras obras que se integraron en ese periodo es “La ilustre cuna”, dirigida por Gonzalo Correa, también en 1954, esta junto con las ya mencionadas, y otras más, fueron causa del surgimiento de la generación de dramaturgos mexicanos. Dentro de esta generación se encontraban unos de los grandes dramaturgos como José Revueltas, Héctor Mendoza, Luis G. Basurto, Ignacio Reyes,  Hugo Argüelles, Carlos Prieto, Federico S. Inclán y Wilberto Cantón.

Asimismo, cabe destacar que Solana tuvo un gran éxito como dramaturgo, pues como estuve investigando, después del periodo que ya mencioné de 5 años, sigue el periodo que abarca entre 1954 y 1988, dentro del cual fueron 29 obras aproximadamente estrenadas, y con lo que se hoy en día no son tan presentadas, pero si se llegan a presentar tienen gran éxito, debido a su gran escritura de Rafael.  

Rafael Solana no solo fue uno de los personajes que marcaron la historia de nuestro país, porque sus obras eran escritas de acuerdo al contexto en que se encontraban, también es hasta la fecha uno de los iconos sociales más importantes de la época, al menos para los que lo siguen manteniendo vivo, representando sus obras, haciendo conferencias o mesas redondas para poder hablar sobre él,  porque como muchos de nuestros escritores que eran seres muy pensantes, que es tan importante que sean leídos o al menos conocidos por lo que valen y no porque estén de moda o algo parecido, como una vez nos lo mencionó la profesora Galindo en clase, que nadie leía antes a Gabriel García Márquez, pero gana el premio nobel a la literatura, y ya todo mundo empieza a leerlo pero solo por eso, porque como ya ganó algo, solo así les aparece el interés por querer leerlo, como ya ganó su premio ya hay que darle la importancia que se merece, y esto debería de  ser al revés, que estos grandes escritores del siglo XX sean rescatables por su valor, por la dedicación que se tomaron para escribir una obra de teatro para que al público le agradara, se sintiera identificado y que los personajes les resultaran familiares.

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