La mejor Relación entre la Escuela y el Cambio Social

RELACIÓN ENTRE LA ESCUELA Y EL CAMBIO SOCIAL

Juan Manuel Gomez Cotes

Introducción.

Dos de las instituciones más importantes de cualquier sociedad que haya existido en la historia de la humanidad son la educativa y la familiar, porque a través de ellas se garantizan respectivamente la transmisión de los saberes académicos y la socialización de las normas de comportamiento a las próximas generaciones, en una institución son importantes los maestros y en la otra son fundamentales los padres, ambos son los encargados de trabajar por la cultura de cualquier grupo humano sea minoritario o mayoritario.

En este texto se resaltan los aportes que realizan los que dirigen las instituciones de la educación y de la familia, los maestros y los padres, a las transformaciones o cambios sociales.  

Aportes de la educación al cambio social.

Desde la escuela se puede ayudar a realizar cambios o transformaciones sociales partiendo desde el reconocimiento y el estudio que realicen los docentes sobre la comunidad que se beneficia del servicio educativo, es decir, observando y reflexionado sobre el entorno socio-cultural donde está ubicado el establecimiento.  De esta manera se produce una interacción entre el aula y el contexto socio-cultural, siendo una relación fundamental para el desarrollo del proceso educativo. En ese sentido, los principios, la misión y la visión de la escuela se proyectan hacia su entorno y de esta manera se logran las transformaciones sociales. En estos principios, misión y visión se deben tener en cuenta que se intenta mejorar las expectativas de los jóvenes y que es importante que los docentes orienten de un modo integral la formación de sus estudiantes. Los alumnos deben ser orientados a aprovechar la energía que poseen para fortalecer los valores que necesitan para progresar y contribuir con el mejoramiento de la sociedad de la que hacen parte. El joven para poder lograr un crecimiento exitoso que le permita desenvolverse en el contexto actual en que se vive necesita de unas bases sólidas, unos cimientos construidos sobre valores que lo ayuden formarse de acuerdo a sus metas y necesidades, que le enseñen a sobrevivir en un mundo lleno de dificultades y poder transformar las situaciones negativas que se les pueden presentar en ambientes favorables para él. La educación social debe orientarse en ese sentido: “adquirir las necesarias características intelectuales, sociales y culturales para adaptarse de forma continua a un medio concreto en constante evolución”. (García & Sahuquillo, 2010, p. 27) Esta definición permite afirmar que el cambio social desde la escuela depende de ciertas acciones que busquen acercar a los individuos jóvenes de una comunidad a la aceptación de unos valores que promuevan el crecimiento personal y colectivo, unas virtudes dignas de imitar y enseñar, que permitan que se puedan lograr las transformaciones sociales que requiere una comunidad desde una verdadera formación integral. Se considera a la educación social como “generadora de demandas sociales, con un enfoque integrador y cambiante de la educación social, además de relacionarse con currículo transversal” (Petrus, 1997, p. 32). La educación social puede responder a las exigencias de la juventud que necesita de unos valores y una energía que le permitan desarrollarse en una sociedad cada vez bastante compleja. La escuela, como institución social que garantiza el acceso a la sociedad del conocimiento, puede facilitar la construcción de saberes necesarios y las competencias requeridas para enfrentar todas las situaciones que se pueden presentar.

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