La mujer en el arte de Klimt

GUSTAV KLIMT (1862-1918)

“Todo arte es erótico”. Adolf Loos

    Mi reflexión se basa en el tema central de la obra de Klimt: algo tan complicado y resbaladizo como el erotismo y la mujer. Hablo de "terreno resbaladizo" puesto que existe el riesgo de caer (y Klimt cayó) en la mitificación, en el distanciamiento del motivo; la mujer como "motivo", la mujer como "objeto" de la representación es una cuestión recurrente a finales del XIX, así como el tratamiento de un nuevo estereotipo: la feminidad, sometida a brutales cambios, se debate entre la tradición y la floreciente modernidad*. Es así como encarna la dinámica situación social de la época. Al mismo tiempo, los artistas convirtieron a las mujeres en médium del más allá, en trampolines a los misterios de la Naturaleza y la dotaron de una sexualidad magnética y aterradora, pues la mujer moderna ya no era nada dócil, sino que poseía un fuerte carácter y una incómoda voluntad de independencia y autoafirmación. La sublimación de esta nueva mujer llevó, como ya he comentado, a mitificar su figura, contribuyó a reforzar su imagen oscura, misteriosa; de ahí, en mi opinión, la constante Eros/Tanatos (sexo/muerte, temor, enfermedad- la mujer como “lo otro”) presente en la obra de Klimt y otros artistas coetáneos, como veremos más adelante.

 Klimt fue un artista amado y odiado por la burguesía conservadora vienesa...que le volvía la espalda, horrorizada, al contemplar en sus cuadros los cuerpos no idealizados de arrogantes mujeres contemporáneas. Ni siquiera el artista acepta la contundente presencia de una mujer tal cual, y es él quien contribuye a crear a la bruja, a la inquietante imagen de aquello que ya no puede poseer, vampirizando la imagen de ‘mujer liberada’. Bien es cierto que la concepción bipolar de la mujer no es exclusiva de esta época pues ya desde el "Banquete" de Platón  los hombres se encargaron de dejar bien claro lo que era una chica " respetable"  o Venus (canon académico) y lo que era una prostituta o Nini, (aquella de silueta vulgar, etc.). Klimt no hace sino reivindicar a Nini y no es esto algo que debamos reprocharle. Pero no hay que olvidar que Nini no representa para el artista más que una especie de grito de guerra contra las censuras, la rigidez y los convencionalismos en el arte. Klimt utilizó a Nini para desvincularse de aquellos aspectos negativos de la tradición.

*La femme fatale nace de un contexto donde figuras como Freud y mitos como la vagina dentada y la mujer castradora –véase la Judith de Gustav Klimt-, marcan la pauta desde el trasfondo de la psicología socio-cultural.

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