La obra de Sófocles narra la historia de Antígona
Enviado por karentgil • 12 de Septiembre de 2012 • 812 Palabras (4 Páginas) • 680 Visitas
La obra de Sófocles narra la historia de Antígona, hija de Edipo y así la de los últimos descendientes de la casa de los Lablácidas.
La historia comienza tras la batalla en la que los dos hermanos de Antígona, Eteocles y Polinices, acaban de forma recíproca con sus propias vidas. Tras este funesto hecho, el vigente rey de Tebas, Creonte, pariente de las difuntos, toma una medida quizá desmesurada prohibiendo la sepultura de Polinices, a quien considera un traidor por atacar la ciudad de Tebas.
Lo cierto es que Polinices solo trataba de recuperar (mediante la guerra) lo que le correspondía por derecho, ya que su hermano se negó a cumplir el trato pactado anteriormente entre ellos en el que se repartían el gobierno de la ciudad de Tebas durante ciertos años.
Durante el transcurso de esta guerra tuvo lugar el trágico final en el que ambos morían a manos de su propio hermano en una doble estocada final a las puertas de la ciudad de Tebas.
Como he dicho anteriormente, Creonte, sumándose a la cadena de tragedias a la que su familia estaba condenada, prohíbe dar sepultura a Polinices dándosela a Eteocles.
Antígona, lógicamente, no está de acuerdo con esta decisión del nuevo rey, y pese a los esfuerzos de su hermana Ismene por convencerla de lo contrario, decide enterrar a su hermano, cumpliendo con la ley de los Dioses (al menos la que ella interpreta) y haciendo caso omiso de las leyes reales.
Antígona no logra hacerlo, pues cuando trataba de concluir los ritos necesarios para su correcto viaje al mundo de los muertos, los soldados y guardias de Creonte la apresan y la llevan ante él. Creonte no muestra clemencia (al menos en un principio) ante ella, ni siquiera al pedirle su propio hijo, Hemón, prometido de Antígona, que cambie de actitud.
El personaje de Hemón es, a mi parecer, el más interesante de toda la tragedia, pues, mientras trata de resignarse al criterio de su padre y rey Tebas, al mismo tiempo intenta convencerle de que no lo haga, pero no pidiendo piedad por tratarse de su prometida, sino, demostrando que conoce a su padre, comparándolo con un “joven inexperto” y tachándolo de mal gobernante apelando a los principios griegos de democracia, golpes, que creía surtirían efecto en él. Lo cierto es que no lo consigue, pero a mi entender, tienen mucho que ver en su futura recapacitación.
Tanto Antígona, como Hemón, como Corifeo, le hacen saber a Creonte que el pueblo le tiene por un tirano y que en realidad están a favor del indulto de Antígona y la correcta sepultura del hijo de Edipo, aunque nunca serían capaces de reconocerlo ante él, no por respeto por la ley, como debiera ser, sino por miedo al propio Creonte. Aun así, Creonte ve en estas palabras una especie de conspiración contra su buen juicio negándose por completo a ceder ante las exigencias de aquellos
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