La organización curricular por competencias.

Imagine que usted diserta con la autora, en su defensa como docente, sobre los siguientes tópicos:

• La preparación profesional docente y su capacidad para manifestar sus potencialidades.

Los docentes tenemos como reto ofrecer una educación de calidad, para que nuestros alumnos enfrenten los desafíos que se avecinan en la nueva sociedad de conocimiento y en el manejo de las nuevas tecnologías, es por esto que se hace relevante que manejemos eficazmente las estrategias de enseñanza y de aprendizaje.

Los docentes importamos para influir en el aprendizaje de los estudiantes y para mejorar la calidad de la educación, necesitamos que nuestros sistemas educativos sean capaces de atraer a los mejores candidatos para convertirse en docentes, necesitamos buenas políticas para que la formación inicial de los profesores asegure las competencias que vamos a requerir a lo largo de nuestra extensa trayectoria profesional. Y la sociedad necesita buenos maestros y profesores cuya práctica profesional cumpla con el compromiso de respetar el derecho de los alumnos a aprender.

Las oportunidades de formación docente tendrían que contribuir para aumentar la efectividad en nuestro trabajo. La reforma educativa impulsada, ha colocado como tema central la formación inicial y permanente de los docentes en la que nosotros podemos demostrar cuales son nuestras capacidades y como manifestamos nuestras potencialidades; las tendencias principales se encaminan al desplazamiento de los estudios hacia el nivel superior, el fortalecimiento de la práctica docente, el establecimiento de mecanismos de certificación y habilitación, diseños curriculares que amplían los años académicos de formación para garantizar mayores conocimientos y competencias que respondan a los nuevos desafíos de nuestra querida y amada profesión.

• La contextualización de la tarea docente en relación a las demandas del sistema educativo.

Debemos aceptar que la educación tiene que emprender nuevas tareas de las cuales dependen el crecimiento económico, la equidad social y la integración cultural. Se debe mejorar la calidad de la enseñanza, conseguir que esa calidad de enseñanza llegue a todos los alumnos, haya una mayor equidad educativa, pero estos objetivos y funciones que debe desarrollar el sistema educativo generan múltiples dilemas y contradicciones.

Las formas tradicionales de enseñar ya no sirven porque la sociedad y los alumnos han cambiado. Se han ampliado los lugares para aprender, los sistemas para acceder a la información, las posibilidades de intercambio y de comunicación y los alumnos escolarizados; pero los objetivos educativos, la forma de organizar, la enseñanza y las condiciones de los profesores, se mantienen prácticamente inalterables.

La mejora de la calidad de la enseñanza o la reducción del fracaso escolar no es una tarea exclusiva del sistema educativo,

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