La otra cara del discurso lingüístico
Enviado por angelines96 • 22 de Marzo de 2017 • Ensayo • 4.930 Palabras (20 Páginas) • 194 Visitas
Por: Angela María Zambrano Ordoñez
La otra cara del discurso lingüístico
Los seres humanos nos comunicamos de manera natural y espontánea, pero nunca nos hemos preguntado de dónde viene la lengua ni de la importancia de esta en nuestra vida, para esto, creamos la lingüística, para entender las pautas que rigen al lenguaje y descubrir el funcionamiento de una lengua en determinado momento para comprender su desarrollo en la sociedad. Es claro, que sin la lengua no podríamos expresar lo que pensamos ni la oportunidad de ser entendidos, no le encontraríamos un valor superficial a los conceptos que identificamos como propios que se transmiten a través del lenguaje.
El fenómeno lingüístico presenta dos caras, una que presenta un lado social y otra que presenta un lado individual donde una no se puede concebir sin la otra, la lengua y el lenguaje. Se puede decir, que el lenguaje es la estructuración de un producto pasado que se proyecta en una institución actual, pertenece al domino social e individual, la lengua es una determinada parte del lenguaje, un conjunto de convenciones y de conceptos adoptados por la sociedad para permitir el ejercicio de comunicación entre los individuos. El lenguaje, es una institución natural, en la cual comunicamos lo que pensamos, mediante la vibración de las cuerdas vocales o mediante las señas, porque como decía Saussure ¨el lenguaje es una institución humana¨ y por medio de esa comunicación generamos signos que pueden ser leídos e identificados por los otros individuos con los que nos expresamos. La lengua no es más que códigos que corresponden a ideas distintas que ya están socialmente definidas y pre-establecidas, propias de una comunidad humana.
Otro factor incidente, es la variación del lenguaje, pues este se modifica dependiendo del lugar en el que se utiliza. Porque nuestro entorno proclama una postura social desde nuestro nacimiento, que evoluciona a medida que el individuo aprende sobre las experiencias culturales que vive. La lengua y el habla, poseen un carácter abstracto de tipo individual producido mediante diferentes signos que ofrece la lengua para su realización oral escrita que se convierte en instrumentos lingüísticos para su entendimiento general.
La lengua y el habla, son diferentes porque en el lenguaje la voz y la escritura también lo son, lo que sucede es que todo lo que tiene que ver con la voz, finaliza en segundo término por el logocentrismo. La voz, tiene que ver más con el interior, y la posibilidad primaria de expresión, lo que no es la escritura. Al privilegiar ahora a la escritura se cambia el sentido natural de las cosas, donde hay que entender que en la voz esta la primera expresión del lenguaje que mediante la enunciación se establece el significado, y el significante es la escritura que es la derivación de la voz.
No tienen el mismo sentido, sin embargo en occidente se ha privilegiado la escritura donde se pierde la expresión del alma y nos desligamos, dándole más valor al símbolo, y luego las posibilidades de enunciación se hacen diferentes cuando lo normal es que partan del símbolo y del significado. La escritura, es una derivación y un segundo nivel de comprensión donde el nivel primario del significante es la voz. Los sonidos emitidos por la voz son los símbolos del alma donde el ánimo inicial nos somete al principio del habla, porque la relación del alma y el habla significan el estado de esta. El ¨Alma¨ es la expresión propia, el sentir, la presencia que solo puede relacionarse con algo que se exprese, no necesariamente de manera fonética, pues la expresión es la que le da sentido al alma.
El habla no es un pilar del lenguaje, siempre pensamos para hablar, pero no siempre se cumple, pensamos más cuando escribimos que cuando hablamos y ahí es donde surge una subordinación del habla que provoca la sofocación del lenguaje, porque no pensamos cuando hablamos sino cuando escribimos. Le damos una importancia mayor a la escritura, por ejemplo, la creación de un texto sagrado donde se compruebe la existencia de un Dios mediante los evangelios, porque una tradición oral no se creería, porque a la tradición oral se le puede ir agregando más y más sin saber su verdad, como en el evangelio de San Lucas. El personaje histórico, es el que existe mediante el texto que es el que le da esa validez, a la que se le da un significado cultural, esta tradición del mito es la que se apoya en la fe. No podemos negar la existencia de un personaje histórico del cual está escrito, pero la relación del cómo y qué es el personaje es la que se encuentra en el sentido del habla y en el sentido de la escritura, en relación con el significante y la verdad. Entonces la sofocación del lenguaje se ve entre el habla y la escritura porque la historia es la que se satura.
El problema del lenguaje radica en que hay una devaluación de la palabra ¨lenguaje¨ como tal, donde solo vive en estado pasivo y se demuestra una cobardía del vocabulario, ahí es cuando el concepto de escritura comienza a desbordar el concepto de lenguaje, porque aparece como una urgencia de sustituir, pues la fonía tuvo su tiempo en la época de antes, donde el sistema de oírse-hablar dominaba y producía el concepto de mundo; la escritura nació entonces como una función secundaria e instrumental.
Existe una relación entre pensamiento, habla y escritura, en la que estaríamos en cualquier momento, antes de tener la iniciativa de palabra haciendo conciencia del pensamiento, pero en realidad, nosotros en nuestro día cotidiano no cobramos conciencia de cuantas veces pensamos antes de hablar. Esta relación directa del lenguaje dentro de la comunicación, donde hablamos y no pensamos, se puede poner en la difícil tarea de suponer que lo que termine sucediendo en el mundo es que cada vez la gente va a hablar menos, porque después del pensamiento sigue la palabra y luego la acción, entonces nos encontraríamos en un mundo donde todo está quieto, porque no hay acciones si no se habla, donde el significado está implícito en nosotros, por eso, ya nos movemos por inercia y actuamos de acuerdo a ese impulso de significado que ya conocemos.
El pensamiento no necesariamente se materializa, cobraría materialidad en la escritura, que hay que interpretar con significantes y significados, lo que significa que desplazamos esa relación a algo que está afuera de nosotros, entonces el pensamiento se vuelve algo insignificante, y si consideramos que la verdad esta allá, será nuestro fin alcanzarla por medio del pensamiento, donde hacemos el ejercicio racional, que se encuentra en la lógica de algo en lo que está afuera o más allá, que seguramente es la verdad, como el logos que se entiende en relación a la escritura porque es palabra.
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