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La pobreza en el mundo


Enviado por   •  28 de Abril de 2014  •  Tutorial  •  5.449 Palabras (22 Páginas)  •  216 Visitas

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¿Alguien se ha parado a pensar?

Paz para algunos y para muchos otros desgracias que les pueden costar la vida.

Causantes de estas guerras o atentados, son los culpables de la muerte de millones de niños, que son los que menos merecen morir. Niños que pierden su infancia, y su inocencia. Nos estamos cargando en un chasquido lo que en tantos miles de años hemos conseguido y nadie se ha parado a pensar en ello.

A continuación os dejo dos canciones en las que el tema principal es la pobreza en el mundo:

LAS GUERRAS DE 2013

02 de enero de 2013

Desde Turquía hasta Congo, he aquí los conflictos que amenazarán la estabilidad mundial en este año.

Cada año, en todo el mundo, se agravan viejos conflictos, surgen otros nuevos y, de vez en cuando, algunas situaciones mejoran. No son pocos los nubarrones que se ciernen sobre el año 2013: vuelve a haber una serie de focos, viejos y nuevos, que serán una amenaza para la seguridad mundial.

No cabe duda de que casi todas las listas tienen algo de arbitrarias y ésta sobre las crisis que hay que observar en 2013 no es ninguna excepción. Lo que para una persona es una prioridad puede ser secundario para otra, un grito de alarma de un analista puede ser catastrofismo para otro. En algunas situaciones -Asia Central, por ejemplo-, tiene verdadero sentido emprender acciones preventivas: todavía no se ha llegado al caos. Ahora, más complicado es prever cuándo ocurrirá, qué lo desencadenará y qué gravedad tendrá. En otros -Siria, desde luego-, la catástrofe ya se ha producido, por lo que la mera idea de hablar de prevención puede parecer absurda. No tiene ningún sentido, aparte del de prevenir que la pesadilla empeore o se extienda.

Lo que sigue, por tanto, es una lista de las 10 peores crisis que no incluye la violencia permanente y relacionada con las drogas en México, las tensiones crecientes en el Mar del Este de China, ni la posibilidad de conflicto en la Península de Corea tras el lanzamiento de un cohete por parte de Pyongyang. Por si esa mezcla no fuera suficientemente peligrosa, hay nuevos dirigentes en China, Japón y a los dos lados de la zona desmilitarizada de Corea, que tal vez se sientan obligados a pulir sus credenciales nacionalistas con medidas agresivas. Tampoco menciono las próximas elecciones en Zimbabue, el trauma continuo en Somalia ni los rumores de guerra frente al programa nuclear iraní. Cualquiera de estas crisis tiene méritos para figurar en una lista de las 10 peores.

El hecho de centrarse en países concretos también hace que sea más difícil destacar varias corrientes y tensiones subterráneas presentes en unas crisis y otras que probablemente veremos en este año. Por eso, antes de comenzar nuestra lista, he aquí cuatro breves ejemplos.

Las elecciones, como sabemos, suponen una enorme tensión para las poblaciones: son un bien a largo plazo que puede plantear problemas inmediatos. Las presidenciales de 2011 en la República Democrática del Congo no superaron ese obstáculo y la violencia actual en las provincias orientales del país se debe, al menos en parte, a un hundimiento de la gobernanza que los comicios incluso contribuyeron a agudizar. En el año que comienza habrá que prestar mucha atención a cómo afrontan Kenia y Zimbabue sus respectivos sufragios y a la reacción que tengan la región y el mundo.

Una tensión similar existe entre los beneficios a largo plazo de la justicia -que promueve la rendición de cuentas y se ocupa de dar respuesta a las quejas acumuladas- y la realidad de que a menudo puede suponer riesgos inmediatos. En Yemen, Sudán, Siria, Libia, Kenia y Colombia, entre otros países, el debate entre justicia o pazestá necesitado de ideas nuevas.

Además, el papel de las sanciones en la prevención de conflictos parece incluir muchas veces un diálogo de sordos. ¿Las sanciones fomentaron los cambios en Myanmar, o solo sirvieron para castigar a la población y no a los gobernantes? ¿Se han convertido en parte del problema en Zimbabue, en vez de ser un motor del cambio? Y, sobre todo, ¿cómo ayudarán a desactivar la crisis nuclear iraní, si parecen indicar a Teherán que el objetivo no es cambiar el comportamiento del régimen sino el régimen en sí? Tal vez le convendría a la comunidad internacional evitar la tentación de imponer sanciones como respuesta automática ante una situación dada; las sanciones solo son eficaces dentro de una estrategia coherente e integral, no como sustitutivo.

Por último, una nota sobre el imperio de la ley. Con demasiada frecuencia, vemos utilizada esta manida expresión en el sentido del “imperio a través de la ley”, es decir, unos gobernantes autoritarios que cooptan el lenguaje y los aditamentos de la democracia y utilizan la ley para acosar en vez de proteger. De ahí que utilicen la ley como instrumento de coacción y no de protección; de ahí que usen la tendencia de la comunidad internacional a entrenar y equipar a fuerzas del orden que, desde el punto de vista de los ciudadanos a quienes deben cuidar, no tienen ninguna necesidad de ser aún más duchos en las técnicas de represión. La comunidad internacional necesita estar más alerta ante esta farsa y centrarse más en la sustancia del imperio de la ley -sobre todo, tal vez, en el concepto de ingualdad ante la ley- que en su forma.

Asimismo es posible que las leyes de la guerra tengan que adaptarse a la naturaleza cambiante de la guerra moderna. La guerra asimétrica y el lenguaje de la guerra contra el terror ponen en tela de juicio la crucial distinción entre “combatientes” y “civiles”. La tecnología también plantea nuevos dilemas. Pese a las afirmaciones de que tienen una precisión quirúrgica, los ataques con aviones no tripulados producen daños civiles colaterales difíciles de medir, mientras que el otro bando no corre ningún riesgo de sufrir bajas entre sus militares. En algunos casos, además, estos aviones pueden ser contraproducentes: aterrorizan y traumatizan a las comunidades afectadas, lo cual puede incrementar el apoyo a los grupos radicales.

Es difícil transmitir todo esto en una lista. Sin embargo, dicho esto, aquí están las 10 peores amenazas mundiales para el año que comienza. Como, en el fondo, somos optimistas, incluye un apéndice de tres países en los que los recientes acontecimientos permiten pensar que, tal vez, este año traiga la paz, en lugar del tormento. Desde luego, eso es lo que deseamos para todos.

Sudán

Como era de esperar, elproblema de Sudán no desapareció con la escisión del Sur en 2011. La guerra civil, alimentada por la concentración de poder y los recursos en manos de una pequeña élite, sigue asolando el país y amenaza con desembocar en una desintegración aún mayor. Las divisiones en el interior

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