La policía

Cada día una nueva persona sentada en una banca, a su lado una pequeña carreta llena de dulces y cualquier otra cosa para vender, eso sí bien surtida la tienda rodante. Pero si hago un alto en la rutina y me fijo en el alrededor todo parece doble, en una sola calle demasiadas personas con una pequeña carreta a su lado llena de diversos dulces y ofertas, si se da la vuelta a todo el frente de estas personas, múltiples locales todos con empleados comprometidos para hacer que el negocio en el que trabajan cada día tenga mejores ventas.

Que puede hacer una persona en un país donde cada día es más reducido las ofertas de empleo, un gobierno que está más pendiente de otros temas, pero que solo al final se vienen a preocupar por la falta de oportunidades que le dan a las personas ya sean quienes tengan un título universitario o quienes solo alcanzan a tener un estudio de básica primaria, todas la personas buscan salir adelante, subsistir y mantener su propia familia. Puede que para comerciantes con grandes locales y que están legales ante un gobierno que aunque trabajes o no, te cobra impuestos y hace que tu ciudad sea más innovadora, claro innovadora con esos altos impuestos que les toca pagar a sus habitantes, si puede que esos comerciantes se sientan incomodos y piensen que es algo ilegal. Pero para quienes no encuentran otra forma de sobrevivir, esta es la única manera de lograr grandes metas.

A la policía aquella que brinda seguridad aunque sea está un poco tardía, no le podemos reprochar el hecho que vallan y desalojen aquellos vendedores ambulantes, no se les puede alegar pues como todo trabajador ese es el trabajo de ellos. Que sea ilegal o no, como en toda organización hay reglas y se deben cumplir, cada día se ve que la gente solo quiere irrespetar aquellas leyes que llevan años escritas en esa sagrada constitución que rige este país que muchos amamos.

Es verdad y nadie niega que todos tenemos el derecho al trabajo y que ante tanta necesidades en los hogares y las faltas de oportunidades de trabajos, muchas personas se vean obligados a buscar la forma de apaciguar aquellas mismas necesidades, aquel llamado coloquialmente “el rebusca” lleva a que hombres y mujeres salgan adelante por medio de actividades que invaden cada día más las calles de una ciudad y un país.

A quien se le puede reprochar que trabaje de una forma digna y humilde, gente que solo sale con sus pequeñas ventas a cualquier lugar, buscando ganar algo de dinero para llevar algo de comida a sus casas, no podemos olvidar que ellos también son seres humanos, personas como cualquier otra que pasan horas cada día, cada semana sentados en una esquina viendo pasar a todas horas diferentes personas a los que les ofrecen sus productos muchas veces sin lograr ni siquiera una venta, humildes personas que más que vendedores pasan a ser soñadores rogando por algún día tener un mejor trabajo, personas que en ocasiones parecen

...