.La producción de petróleo suma cuatro años a la baja.

La producción de petróleo suma cuatro años a la baja. Ya son 600 mil barriles menos de petróleo que produce el país. Nuestro principal yacimiento –Cantarell- está en un proceso natural de declinación, que se ha acelerado. Nuestro segundo yacimiento más grande –Ku Maloob Zaap- iniciará en un par de años su declinación. 4. 77 por ciento de la producción actual de hidrocarburos, proviene de campos que están o estarán próximamente en fase natural de declinación. Es por eso que se asegura que las reservas de hidrocarburos vienen cayendo desde hace dos décadas y lo más grave es que no estamos restituyendo suficientes reservas para las futuras generaciones. A eso hay que agregar que los costos de extracción de cada barril de petróleo están elevándose, conforme PEMEX explota zonas más complejas y de más

difícil acceso. De ahí que nuestras exportaciones de petróleo han disminuido, acorde a la disminución en la producción y, ojo, hoy importamos 4 de cada 10 litros de gasolina que consumimos y se estima que está situación se agravara conforme el consumo de gasolinas siga creciendo a ritmos superiores al del crecimiento de la economía ya que nuestra capacidad de transporte y almacenamiento de petrolíferos se encuentra al límite, lo que pone en riesgo el abasto futuro.

Entre los grandes mitos de PEMEX y la industria petrolera nacional se comenta que algunos líderes políticos afirman que PEMEX puede hacer todo sólo. Lamentablemente, esto es falso. Ni PEMEX, ni otra empresa petrolera del mundo pueden hacer todo solo. La industria petrolera en el mundo está hecha de asociaciones, de alianzas, de contratos de servicios, precisamente porque las empresas petroleras en el mundo se apoyan en terceros para realizar las actividades de menor rentabilidad, y se concentran en las actividades de mayor rentabilidad. Adicionalmente, en el caso de PEMEX, es tal el volumen de obras que hay que realizar, y considerablemente limitada la capacidad de ejecutar proyectos de la empresa, que seguir insistiendo en que PEMEX puede hacer todo solo, sólo conducirá a que sigamos atrasando las obras que urgen en el país. Se estima que, sólo en materia de Refinación, el país deberá invertir, en un breve lapso de tiempo, en los siguientes proyectos: La conversión tecnológica de tres de las seis refinerías de PEMEX a un costo unitario de entre dos a tres mil millones de dólares cada una; en conjunto, se estima que, solamente en materia de refinación, se requieren más de 32 mil millones de dólares de inversión, el equivalente a unas 10 veces el presupuesto anual del programa Oportunidades.

En Exploración y Producción la actividad para el futuro luce tan o incluso más intensa. Hay que perforar miles de pozos, en zonas cada vez más complejas y difíciles de acceder, a costos mucho mayores que los del pasado y en un tiempo récord para evitar que siga cayendo la producción.

Pregunta obligada para el senador Felipe González era: ¿Todos los problemas de PEMEX se resuelven con más recursos?

-Lamentablemente no. Si bien PEMEX requiere mayores recursos para invertir en los múltiples proyectos que tiene frente a sí, ni con todo el dinero del mundo podrá resolverse los problemas de capacidad de ejecución, los problemas del marco contractual que rige las actividades de la paraestatal y, sobre todo, los tiempos a los que se requieren todos estos proyectos. Adicionalmente, no puede perderse de vista que si bien puede existir la necesidad y el deseo de elevar los recursos fiscales para la inversión en PEMEX, cada peso gastado adicional en PEMEX, se traducirá necesariamente en menores recursos para otras actividades: educación, salud, seguridad pública e infraestructura. Es por eso que nos preguntamos: ¿En qué prefiere invertir el país? ¿En Refinerías o en educar mejor a las futuras generaciones? ¿En ductos o en destinar mayores recursos para la seguridad pública? Y es que mientras que el sector privado sí puede destinar recursos para construir y operar refinerías o ductos, ¿lo hará para construir escuelas y hospitales públicos? No, es sólo el gobierno quien puede invertir en los bienes públicos. Las refinerías y los ductos, no son bienes públicos, ni generan Renta petrolera.

Pero mire Rodrigo, todos los problemas de PEMEX se originan en que le confiscan sus ganancias.

PEMEX es la única instancia, constitucionalmente facultada, de generar la denominada “renta petrolera”.

El Estado mexicano le otorga a PEMEX ese derecho exclusivo para explotar la riqueza de hidrocarburos en el país. Pero la propiedad de dicha riqueza es de todos los mexicanos, no de PEMEX. Por tanto, PEMEX transfiere al Estado Mexicano, a través de los impuestos, derechos y aprovechamientos que paga al gobierno federal, la renta petrolera para que esta sea distribuida de la mejor manera posible.

Los mexicanos –los dueños del petróleo- reciben los beneficios de la renta petrolera mediante el ejercicio del Presupuesto de Egresos de la Federación, y en particular, mediante el gasto público en educación, salud, infraestructura, combate a la pobreza, seguridad pública, entre otros.

Si PEMEX no pagará impuestos y se le dejarán todos los recursos que genera para invertir en actividades propias de la industria, ¿cómo recibirán los mexicanos los beneficios de una riqueza que les pertenece?

Y ahora la pregunta que todos nos hacemos: ¿La participación del sector privado en la industria petrolera nacional supone “privatizar” PEMEX?

No, la participación del sector privado en la industria petrolera nacional siempre ha existido. PEMEX puede apoyarse, mediante contratos de servicios, permitidos por la Constitución, en el sector privado para realizar diversas actividades que o no son prioritarias (contratar empresas para proveer lápices a la paraestatal) o no son muy rentables (transportar los petrolíferos en pipas o barcos) o no se cuenta con la tecnología propia (la renta de plataformas o el equipo de perforación de yacimientos en tierra o mar) o simplemente se requiere de la IP porque ésta la realiza más rápido y de manera más eficiente (la reconfiguración de una refinería). DE ahí que la propuesta del Presidente supone incluir, dentro de las actividades donde PEMEX puede apoyarse en el sector privado, la Refinación y el transporte de petrolíferos vía ductos. Así mismo no se toca la Constitución. Los contratos seguirán siendo de servicios, no de riesgo. No se comparte renta petrolera, porque no hay renta petrolera en estas actividades. No son actividades rentables por naturaleza y, de hecho, PEMEX pierde cuantiosos recursos en desarrollar ambas.

Tomaría una eternidad el que PEMEX desarrollará todos y cada uno de los proyectos que se requieren en ambas materias.

Y una pregunta que el ciudadano común se hace: ¿La aprobación de la reforma energética tendrá beneficios?

Sí. Entre otros beneficios se encuentran: La aprobación de la reforma permitirá la creación de miles de nuevos empleos en el territorio nacional, empleos que actualmente se generan en el extranjero por las importaciones que consumimos. La aprobación de la reforma permitiría incrementar la producción de gasolinas y disminuir la importación de estos productos con lo que se ahorrarían miles de millones de dólares que podrán invertirse en otros rubros. La aprobación de la reforma fortalecería las redes de abasto del país, lo que reduciría riesgos futuros de desabasto

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