La pérdida de valores ante una sociedad cambiante

LA PÉRDIDA DE VALORES ANTE UNA SOCIEDAD CAMBIANTE

Nuestra sociedad está cambiando sus hábitos de conducta y los valores que adornaban nuestra personalidad han ido perdiendo vigencia y de pronto nos encontramos girando en un círculo vicioso lleno de mentiras y esta actitud la estamos viendo a diario a través de los medios de comunicación.

Es tanta la fuerza de la mitomanía que sin darnos cuenta caemos en este tobogán de las mentiras y sin darnos cuenta nos vemos envueltos en situaciones que las más de las veces tienen que ser resueltas por los organismos judiciales.

El problema es que no se puede dar crédito a la verdad, porque está quedando de manifiesto que cada uno trata de salvarse a si mismo y el cuestionamiento surge de inmediato pasando a formar parte de nuestro acontecer diario.

Cabe preguntarse si son honrados los que no pagan las cotizaciones previsionales de sus empleados o los que buscan cualquier subterfugio para no cancelar los impuestos que corresponden al Estado o los que se coluden descaradamente para obtener exageradas ganancias a costa de la ingenuidad de los usuarios o quienes usufructuando del status que dan los altos cargos públicos y también en algunas grandes empresas privadas y abusando de la confianza depositada en ellos por sus jefes, hacen desaparecer grandes sumas de dinero que en muchas ocasiones perjudican indirectamente a todos los ciudadanos.

Mención especial merecen los mitómanos quienes por conveniencia personal no han logrado incorporar a su vida diaria la palabra honradez y que no son veraces en sus actos interpersonales y perjudican deliberadamente a terceras personas o al patrimonio nacional

En la actualidad es conveniente hacerse un examen introspectivo y realizar una revisión a nuestra forma de convivencia para mejorar los valores morales que tanta falta nos hace.

La ciudadanía está cada día mejor y más informada que en años anteriores por el uso masivo de los elementos tecnológicos que el progreso ha puesto a nuestra disposición y el buen o mal uso de ellos es responsabilidad individual. Estas herramientas han permitido visualizar los movimientos bursátiles de las grandes empresas y sus suculentas utilidades que incomodan a muchas personas.

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