La reproducción de las plantas de interior es un proceso sencillo en la mayoría de los casos
Enviado por mariavega07 • 16 de Octubre de 2015 • Ensayo • 1.317 Palabras (6 Páginas) • 121 Visitas
La reproducción de las plantas de interior es un proceso sencillo en la mayoría de los casos, pero es importante que elijamos el método más adecuado para que nuestros resultados sean óptimos. Hay muchas formas para reproducir las plantas de interior, pero los más utilizados son los agámicos (reproducción asexual, sin unión de gametos). En cambio, también podemos utilizar métodos de reproducción sexual consistentes en la siembra de semillas (es más utilizada en plantas de exterior o jardín); estos métodos no resultan sencillos con plantas de interior y además, es difícil encontrar semillas en tiendas. No obstante, siempre podemos encontrar ciertas especies de plantas, como la Calceolaria o el Capsicum, que son fácilmente reproducibles por semillas. Otra alternativa para conseguir semillas de plantas es a través de frutas exóticas o viajes que hagamos por otros países.
Para analizar las diferentes opciones, voy a estructurar el post en dos apartados: Métodos de reproducción asexual: Reproducción por multiplicación vegetativa y Método de reproducción sexual: La siembra.
¿Cuáles son los métodos de multiplicación vegetativa o reproducción asexual?
Esquejes: Sin lugar a dudas es el método más utilizado y más sencillo. Consiste en coger un trozo de la planta que dará lugar a otro vegetal igual a la planta de la que se origina. Para realizar este proceso, deberemos corta una parte de la planta: una rama, un tallo, un tubérculo, una hoja, un rizoma o una raíz; posteriormente, colocaremos este trozo en condiciones de poder crear sus propias raíces y dar lugar a una planta nueva.
Muchas de las plantas de interior pueden ser fácilmente reproducibles por esquejes, y el tipo de esqueje que tomaremos variará según el tipo de planta. Para cortar el esqueje emplearemos un cuchillo bien afilado, de esta forma realizaremos un corte limpio y evitaremos daños mayores a la planta. La rama o brote que elijamos no debe tener flores ni frutos pero si hojas. Una vez que lo cortemos, eliminaremos parte de las hojas del tronco, de forma que la parte enterrada en el nuevo sustrato no tenga brotes. Además, este nuevo sustrato ha de estar bien humedecido porque la nueva planta, al no tener raíces, tendrá dificultades para recoger el agua y durante los primeros días correrá un riesgo alto de deshidratarse.
El sustrato también es muy importante durante la primera fase, para ello confeccionaremos uno a base de arena (4 partes), turba (2 partes) y compost (1 parte). Este sustrato permitirá una buena retención de agua, facilitará una oxigenación óptima para las nuevas raíces y proveerá de nutrientes a la planta. Una vez que los esquejes hayan agarrado (creado raíces) podremos trasplantarlos a otro macetero con otro sustrato diferente con menos arena y más turba y compost. Es muy importante que durante esta primera fase mantengamos siempre húmedo el sustrato.
Muchos profesionales utilizan un concentrado hormonal para sumergir la base del esqueje pues facilita la generación de nuevas raíces. Yo lo he utilizado con algunos ejemplares leñosos pues es más difícil de que sobrevivan y he obtenido buenos resultados. También os aconsejo que compartáis esquejes con vuestros vecinos, pues es un método barato, divertido y muy gratificante.
Acodo: También es un método fácil para reproducir muchas plantas, sobre todo colgantes y trepadoras, y consiste en poner en contacto una rama con el sustrato. Es decir, al entrar en contacto la rama con el sustrato empezará a crear raíces y tendremos una nueva planta. Para realizar el acodo deberemos elegir ramas jóvenes a las que haremos un pequeño corte con un cuchillo (sobre la corteza) y luego la enterraremos por ese punto, en tierra húmeda, manteniendo el resto de la rama fuera del sustrato. Por ejemplo, si tengo una trepadora elegiré una rama de 50 cm. aproximadamente y le haré una pequeña incisión por la mitad (sin partirla), luego enterraré 10 cm de la rama en una nueva maceta, de forma que quede unida a la planta madre por un lado, y por el otro lado tenga la otra mitad fuera del sustrato (con hojas). Sólo la separaremos de la planta madre una vez
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