La sopa es un alimento capaz de lo mejor y de lo peor.
Enviado por santiagochein • 8 de Febrero de 2013 • Informe • 1.036 Palabras (5 Páginas) • 470 Visitas
La sopa es un alimento capaz de lo mejor y de lo peor.
Es un alimento de contrastes.
Para empezar, el mundo se divide entre los que aman la sopa, el humo, la cuchara sopera y escaldarse la lengua hasta que te quedas sin papilas gustativas y los mafaldistas, entre los que obviamente me encuentro: odiamos la sopa.
El primer tema polémico es ¿la sopa es alimento o bebida? Sus defensores dirán que un alimento y añadirán algo como “contundente”. Dirán cosas como “nada como una buena sopa para reconfortar el cuerpo y el ánimo”. Los detractores decimos que es bebida caliente, vamos como un café con leche un chocolate o un Nesquick, lo que pasa es que con otro atrezzo, plato sopero o cuenco en vez de en vaso y así parece más. Una sopa da calorcito (o te abrasas el esófago...depende) pero alimentar, alimentar...regular. Nadie se toma una sopa y dice: estoy llenísimo. Normalmente se pregunta ¿qué hay de segundo? Hay sopas muy tramposas que han conseguido pasar a ser segundo plato ( el cocido de no se dónde) y parece que llena..pero en realidad solo rellena empapa en todo lo que te has atufado antes.
Para dejar este tema zanjado: la sopa se traga sin masticar, se bebe. Es bebida, aunque le pongas cosas que floten para despistar.
La sopa parece un alimento sencillo: un líquido coloreado con una enorme variación cromática, con tropezones de todo tipo flotando o hundiéndose. Repito, parece sencillo pero no lo es. Una buena sopa requiere muchísimo trabajo y dedicación. Si se hace con desgana o malos ingredientes o prisas es un alimento desagradecido y reconroso y queda un aguachirri asquerosa.
La sopa es un alimento de amor supremo. Nadie te quiere más en el mundo que aquel que te prepara una sopa, un caldito. Yo soy ejemplo de eso: odiadora de sopa profesional, hago calditos variados para laz princezaz…que yo jamás pruebo.
Pero en una nueva paradoja sopera, a pesar de ser un cumbre del amor supremo, la sopa es un alimento muy poco romántico. Mejor dicho, nada romántico. No sirve para una primera cita, es un alimento traicionero: puedes salpicarte, puede quemar muchísimo y debatirte entre soplar para enfriarlo o removerlo sin fin mientras el otro se zampa su primer plato y te pregunta si es que no te gusta, puede ser que te confíes y sin querer sorbas, puedes salpicarte y mancharte en el trayecto del plato a la boca, tienes que abrir mucho la boca para meterte la cuchara o poner boquita de piñón para solo la puntita y plantea dudas cuando llegas al final: ¿Inclinas el plato para coger los últimos restos? Lo dicho, es un alimento traicionero para una primera cita. Eso por no hablar del tema…”Me meo. A ver como se lo digo”.
La sopa tampoco vale para cena romántica casi por los mismos motivos que no vale para una primera cita. Ni siquiera con la confianza de la pasión amorosa la
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