La trama del libro "Сorotú Lloron"
Enviado por domingo0426 • 30 de Octubre de 2013 • Resumen • 1.303 Palabras (6 Páginas) • 4.847 Visitas
COROTÚ LLORON
En el grande y bellísimo llano de la Mitra en las proximidades de la Chorrera, creció robusto y frondoso, un árbol de corotú. Y allí, muy cerca vivía también un campesino padre de una muchacha bellísima de nombre Isabel.
La joven era pretendida por los mozos de todos los contornos pues su belleza era extraordinaria, más el padre, rígido y severo, jamás aceptó un requiebro para su hija, ni aceptó tampoco a ninguno de los hombres que aspiraban a su amor. Con esto Isabel se desconsolaba. Era joven y admiraba y quería gozar de su juventud y su hermosura.
Conocedor de los gustos de su hija, el campesino quiso prevenir males futuros. Enceró a la joven y no le permitió asomarse ni a la puerta de la casa. Pero como propone el hombre el diablo lo descompone, a pesar de todos los encerramientos, Isabel conoció a un hombre de quien se enamoró perdidamente. La vigilancia de su padre fue burlada, y un día llegó en que Isabel no pudo ocultar las consecuencias de escondidos amoríos.
Indignado el padre, cogió a su hija, y sin hacer caso de sus lamentaciones y sus súplicas, la ató desnuda al tronco del corotú. Enseguida, con un látigo de cuero, la maltrató sin descanso hasta convertirla en una masa sangrienta.
Allí a los pies del árbol quedó Isabel falta de aliento y vida y sin cristiana sepultura, hasta que el sol y el aire deshicieron su cuerpo antaño hermoso y gentil.
Desde entonces, a ciertas horas de la noche, sale del tronco de corotú, el lloro triste de una criatura. Son los sollozas de aquel niño que Isabel llevaba en su seno y que desde las profundidades del limbo en donde vaga su alma, se lamenta por no pode jamás subir hasta el cielo.
FIN
EL CERRO DEL DIABLO
JUAN MARCHENA tenía invitada a la peonada para la tala de un monte. Desde las cuatro de la mañana, todo era movimiento en su casa; se esperaba que los hombres comenzaran a llegar desde las seis. De pronto los perros comenzaron a ladrar. Al escándalo todos salieron al patio.
---Es la gente que llega, dijo el viejo y corrió.
Tan rápido como habían salido regresaron a la cocina. Había sido una falsa alarma. De los peones no se veían señas todavía.
Pasado un rato, media hora quizá Marchena comenzó a dar muestras de impaciencia. Los minutos continuaron su rodar y la intranquilidad fue en aumento. A los ochos de la mañana, el viejo estaba que echaba chispas.
---Malahay con la gente incumplida, ---gritó iracundo. Ya hora, ¿quién me paga los gastos hechos? Malditos sean todos.
--- ¿Hombre, por Dios, que cosas dices! Dijo asustada su mujer. Ten paciencia, ya vendrán.
A las nueve, el viejo ya no podía más. Jurando y blasfemando se salió de la casa ante el consiguiente espanto de la mujer
.---Condenados, decía, --- ¡hacerme esto a mí!
--- ¡Bandidos, malditos sean!..¡Me han arruinado! ¿Y qué hago ahora?
--- ¡Hasta con el mismo Diablo trabajaría hoy!....
--- ¡Ave María Purísima! Juan estás loco, le interrumpió su esposa alarmada. ¡Cállate, no seas que Dios te deje de su mano!
--- ¿Déjame tranquilo!, vociferó el hombre fuera de sí.---Ojalá se presente el Malo; con el tumbaría mi monte si viniera aquí!
En ese instante en que Marchena profería estas palabras, se oyeron de nuevo los feroces gruñidos de los perros. El viejo Juan dejó de gritar, pero frunció el entrecejo. Un individuo a quien no conocía se adelantaba hacia él. Vestía lo mismo que cualquier campesino. Fornido de cuerpo, tendía un rostro bastante hermoso. No obstante había en él algo que repelía.
---Me dijeron, se expresó,
...