La utilización de la energía
Enviado por marcelo_rp • 25 de Agosto de 2013 • Ensayo • 543 Palabras (3 Páginas) • 297 Visitas
El avance acelerado de la tecnología caracteriza al siglo XX. El uso de la electricidad aplicada a los numerosos inventos conectados con ella, provoca cambios definitivos en el interior del hogar y facilita a las mujeres muchas tareas que antes eran laboriosas.
Su tiempo se libera y su labor doméstica se hace más ligera; también la comida se simplifica y los horarios y servicios de mesa se hacen más elásticos. Pronto la mujer se integrará a la economía productiva del país, provocando con ello una revolución en las costumbres.
La utilización de la energía derivada del petróleo y la introducción del automóvil favorecen la construcción de carreteras y la mejor y más rápida distribución de los alimentos producidos masivamente por métodos modernos, apoyados en el sistema de presas que, al almacenar agua, irrigan la tierra y aumentan las cosechas. Se evita la escacez de víveres que antes provocaba las hambres y el descontento en el campo.
Durante la segunda mitad del siglo, la industria petroquímica perfecciona los plásticos utilizados de manera masiva en los hogares.
La técnica aplicada a la medicina y la construcción de hospitales permite prolongar la vida de los habitamtes y disminuir la tasa de mortalidad infantil.
Hacia los años cuarenta, los refrigeradores aún eran muebles de madera con un recept´culo pequeño para el hielo, entregado diariamente en los hogares por camioneros armados de guantes, picahielos y pregones.
Hacia los cincuenta, los refrigeradores eléctricos se industrializan en México y las amas de casa los empiezan a utilizar: pueden hacer las compras una vez por semana, congelar, almacenar los alimentos y planear mejor su vida cotidiana.
Los cambios fundamentales que diferencian al ama de casa del siglo XX de sus abuelas pueden resumirse de esta manera: la tienda de autoservicio, los electrodomésticos, las conservas y los alimentos envasados, algunos de los cuales ya se conocían a finales del siglo XIX.
Las mujeres organizan de otra forma su vida: tienen que ahorrar tiempo, cocinar rápido, aprovechar todas las ventajas que les brinda la nueva tecnología y suplir con ella la escasez de mano de obra, cuya abundancia durante los siglos anteriores propiciaba platillos deliciosos de preparación minuciosa y ardua.
Ahora se congela la compra de la semana y se abren las latas almacenadas en la a lacena. Se ahorra tiempo y trabajo, pero se favorecen los alimentos chatarra.
Después de la Revolución se siguen usando los braseros y la fuente de energía es el carbón: el aventador aviva el fuego, se usan los comales y las tortillas se siguen echando a mano.
Con la explotación del petróleo las estufas se modifican y las amas de casa recurren a la tractolina, puente indispensable entre el brasero de carbón y la estufa de
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